Anto, la tercera es la vencida soloindependientes

Aùn la recordaba a pesar de los años que transcurrieron. Ella solía ser una temible fiera devoradora de hombres con la cual estuve en varias ocasiones.

En los dos anteriores encuentros de esta segunda era, fui diezmado por su gran poder sin lograr hacer mucho pero, esta vez sería muy diferente. A veces soñaba con Anto, la extrañaba mucho en todos estos 6 años sin saber nada de ella.

Entrené ardúamente mi mente para este tercer encuentro de esta nueva etapa, para tener la capacidad de ponerla (a la mente) en blanco y no sentir temor, como me enseñaron los monjes tibetanos.

Llegando a sus apocentos, un rato antes tomé el potente elíxir azul que compré al alquimista de la farmacia de mi aldea, lo cual es algo frecuente que hago. Ya sentía el poder de éste circular por mis venas y arterias.

Al cruzar el umbral de la entrada, ella me embiste a los besos de lengua, lengua tan potente que hasta te puede medir la temperatura corporal. Saco mi bladio para comenzar el combate.
Su lengua de Hidra llegaba hasta mi esófago asfixiándome mientras me atrapaba con sus garras de fiera félida. Me agarró la espada y se la tragó entera, casi pierdo la vida pero me concentrè para no acabar (con mi vida).

Le comencé a succionar los senos mientras la miraba a los ojos edípico Homelander y penetrando mis dedos por su ano, a la vez, ella me masturbaba con saliva. Sus pechos son perfectos como los de Athena.

Ella se coloca en perrito... esta vez debía tener mi espada erecta a como dé lugar o morir en el intento... entró casi de una, despacito al principio y posteriórmente, comenzó un frenético sexo anal... debía destruir el anillo por Mordoc hasta el fondo.

Perdí la noción de tiempo y espacio mientras estaba dentro del recto de ella, primero en perrito, luego al borde de la cama con ella arriba de frente al espejo, cambiamos a cucharita y finálmente, sin salir nunca de su ano, ella en el borde de la cama boca abajo, hasta que nuestros esófagos quedaron literálmente secos.

Entretiempo. Hidratación de ambos.

Se la volvió a tragar hasta hacerme acabar... grité con todas mis fuerzas mientras temblaban mis piernas... no tuve salvación, fui devorado por sus fauces.

La recordaba tan bien a ella... "Estuve ahí Gandalf, estuve ahí hace 3000 anos".

Anto es una mujer bellísima, me enseñó mucho en lo sexual, la considero mi maestra del sexo, después de ella, todas las que he orteado fue gracias a lo que ella me enseñó, ella hizo que sacara mi mayor potencial sexual, es una de mis favoritas y le agradezco todo lo que me enseñó.

Te quiero mucho Anto, bye.

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