Aisha S.I., quítame la respiración

Alguna vez le pregunté a un amigo ingeniero cómo se llamaba la unión perfecta entre dos engranajes. Empatía, me dijo, y yo sorprendido le dije que era el mismo concepto que para los seres humanos.

La Peti anunció su alejamiento (deja la puerta abierta a que no sea definitivo) y se produjo una chorrera de desesperados, entre las que me incluyo, para ir a despedirla.

Así fue como (luego de algunos pequeños e insignificantes contratiempos) pudimos arreglar para hoy en su primer turno. Era tal mi ansiedad que, luego de haberme anunciado correctamente en el &#xxxx;Pasiones&#xxxx; como suele mencionarse aquí ahora por el foro, subí al piso 19, toqué el timbre en el departamento pertinente y se me hicieron eternos los segundos en los que tardó Aisha en abrirme la puerta.

No nos veíamos desde Juncal, hace bastante tiempo. Pero el reencuentro fue el de siempre, besos desde los primeros dos pasos luego de atravesar la puerta. Sólo se interrumpieron para pasar al baño, absolutamente acondicionado para que no nos falte nada.

Me esperaba sentada sobre la mesita de luz, todavía con un vestido ceñidísimo, casi una nueva capa de piel.
Yo, que había salido ridículamente solo con la remera puesta, me choqué con ella y ahí empecé a perder la noción del tiempo. Había preparado un pendrive con música bien ochentosa, un artificio que irradia luces de colores que se proyectan en la pared, lo que ayudaron a lograr un clima más irreal.

¿Qué es lo novedoso que puedo contar de mi encuentro con Aisha? Nada. Nada al menos al nivel de información. Todos la conocen, saben que resume en esos 1,50 de estatura un volcán sexual.

Todo lo que sucedió en la larga hora en la que estuvimos juntos fue esa sensación que entendí de mi amigo ingeniero: empatía. Absoluta.
Empatía de encajarnos perfectamente, por tamaño, pero también por las presiones justas que cada uno ejercía para tratar de dominar al otro. Batalla que consideré, desde el principio, perdida.

La pregunta es obvia, al mejor estilo Aminobwana; ¿cogieron?
Yo diría que no lo sé. Fue un trance permanente entre lenguas que se trenzaron, que mutaron en lengüetazos, en mordidas de labios, en miradas de placer.
Me lamió todo y yo dejé que me dominara con esa lengua inquieta. Pero luego vino mi venganza, de la que creo también haber ganado alguna batalla.

El estado de atemporalidad fue permanente. Sólo presté atención a un tema que sonaba &#xxxx;Take my breath away&#xxxx;, de Berlín, el tema fetiche de la película Top Gun.
Fue porque la sensación de que me faltaba el aire, sólo se compensaba al seguir besándola y penetrándola, mirándola profundamente. Descansando, sin movimientos. Manteniéndome adentro de ella los momentos justos.

Tardé lo que nunca para el orgasmo. Y ella, tan solícita, tan transparente como siempre, tan entregada al arte del erotismo, del sexo y podría decir que del amor, creo que también tuvo el suyo. Si así no fue no importa, jugamos a dos personajes que se entregan a hacerse el amor.

No puedo agregar nada más. Me he vuelto a quedar sin aire. Siento su respiración que lo único que logra es cortarme la mía. En otro plano de la realidad, podría enamorarme perdidamente de Aisha.

Tuvimos una hermosa charla que tuve que abortar por cuestiones de obligaciones laborales. Me hubiese quedado a vivir en Aisha.

¿Algo más? Sólo te deseo lo mejor Peti. Porque sos la mejor.

TABLITA DE LA EXPERIENCIA

Regalito: xxx
Barrio: Microcentro - corrientes xxx
Es Completa: SI
Bucal: HTA EL FIN
Es Independiente: SI
Besos: A full
Calificacion Gral: 10

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Cara: 9
Lolas: 10
Cola: 10
Cuerpo: 10
Onda: 10
Lugar: 9
Relojea?: No
Servicio: 10
Reinicidencia: Si

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