Puffff... leer tu experiencia en este foro, donde muchas veces, por no decir
prácticamente todas, el tinte es otro, con un contexto que al final del día, no deja de ser algo banal, pasatista, hobbista dirían algunos; es algo muy fuerte y emotivo.
Primero quiero felicitarte por tu labor como padre y por favor, extendé mi felicitación a tu esposa también. Ser padre de una persona con discapacidad físicamente incapacitante, es un trabajo que requiere de todas las capacidades a nivel humano y es una misión que muy pocos pueden afrontar con la entereza que muestran Uds.
Asimismo, el nivel de amor, en una situación que más de uno le resultaría tabú, para atender necesidades fisiológicas tan humanas como es el respirar o el comer, deja ver la labor impecable como padres.
Finalmente la generosidad ante la apertura para contar este relato, para que pueda servirle a otras personas, es un aporte invaluable, por sobre lo que ya han hecho con su propio hijo.
Toda palabra de reconocimiento es exigua ante el gesto, trabajo y amor puesto en toda esta situación y menester. Vuelvo a felicitarlos y les dejo mi voto + para que si lo desean, puedan en otra oportunidad seguir compartiendo sus experiencias.