Federica, me hizo una turca genial. Fotos bairesgirls

A veces me gusta la onda tranqui, los mimos y las caricias. Para eso son ideales las masajistas. Y esta fue una experiencia de este tipo. De los relatos de colegas ya olfateaba que esta Mina era una especialista en complacer los sentidos. Por suerte no me equivoque. Experta. Sus caricias de lengua por todo el cuerpo me hicieron vibrar de placer. Magníficas. Me recibió en su lugar de Cerrito y Posadas. Un departamento con por lo menos dos lugares de atención. Supongo que no trabaja sola pero no vi a nadie. Vestida con un pantalón que se sacó al toque quedando con una tanguita negra. Un culito pequeño pero paradito y mimoson. Arriba una especie de remera de red roja como se ve en las fotos que pongo a disposición, que mostraba totalmente las tetas. Esas gomas merecen un párrafo aparte. El consultorio con un tatami en el piso – en la otra habitación entreví una camilla, en la habitación a la que me llevó no había camilla -, estaba decorada con muy buen gusto, completo. Le dije que quería caricias y mimos. Me hizo acostar en el tatami, me pregunto si quería boca arriba, le dije que si, y empezó una sesión magnífica donde sentía la lengua recorriendo cada parte de mi cuerpo, incluida la cara, el pecho, la entrepierna y el amigo al que no descuidó en ningún momento. Tampoco dejo de usar nunca las manos que las sentía acompañando la lengua. Por momento las caricias eran con las tetas. Federica tiene una tetas bien grandes, con unas aureolas alrededor de los pezones enormes, según ella la descripción de misma son como dos patys. Y es asi. Ocupan media teta y hacen un morbo fantasioso genial. Estuvo acariciándome asi creo que media hora. Yo encantado disfrutaba cada momento y metia mano en cuanto recoveco de su cuerpo alcanzaba. Era lo que había ido a buscar. Finalmente se puso la poronga entre las tetas y me hizo una turca muy buen al punto que no aguante mas y le llene las tetas de leche. Con una mirada pícara me preguntó: ¿querés coger?. Creo que sabia la respuesta. Soy de un solo polvo y no hubiera podido aunque quisiera. Le conteste: paso al baño y lo charlamos. Salí de higienizarme, miré la hora y le hice unos mimos antes de empezar a vestirme. Le pedi unas fotos. Accedió. Me despedí pensando que la próxima vez me la garcho de una.

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