Masajista Adriana - Encantadora bairesgirls

Mirando un poco mis hábitos de encuentros, noto que mis costumbres de salidas se reparten de esta manera: 50% reincidencias, 40% pendientes, 10% piletazos a ciegas.

La aventura de lo desconocido es una linda sensación, pero también lo es el placer de volver a visitar a alguien agradable (con quien uno tenga cierta química, o tal vez le despierte el salvaje sexual que uno lleva adentro).

Las pendientes y piletazos terminan con un 40% de nombres para volver a reincidir, un 40% de experiencias normales que pasaran al olvido, y un 20% que las considero dinero desperdiciado.

La información que compartimos en el foro es invaluable para este propósito. Aún así, ya sea por información sensacionalizada, por no pegar onda, o simplemente por diferencia de gustos, me encuentro con algunos limones, de vez en cuando.

Sorprendentemente, el mes de Noviembre ha estado lleno de gratas sorpresas en este aspecto. He aquí una de ellas: Masajista Adriana de BG

Desde hace mucho tiempo estaba tratando de ponerme en contacto con Adriana. Comúnmente no recibía respuesta inmediata, no coincidíamos horarios o no tenía turnos disponibles.

Basado en su descripción y las XPs relatadas, me daba la impresión que era la clase de persona que buscaba para compartir un rato agradable.

Hace dos semanas, finalmente pudimos coordinar de un día al siguiente. Temprano en la tarde le confirme mi visita para su tranquilidad.

Me pregunto, las escorts o masajistas tendrán cierta ansiedad cuando van a recibir un cliente nuevo?

¿Se preguntaran si el cliente aparecerá o nó? (equivalente a '¿me responderá con el número de depto cuando llego, o atenderá el timbre?')

¿Se preguntará acerca de la apariencia, edad o personalidad del cliente? (nosotros llegamos con un poquito de info y aun así, a veces nos decepcionamos)

¿Que piensan cuando caminan hacia la puerta haciendo sonar los tacos que nos alegra escuchar mientras esperamos afuera?

Si alguien tiene las respuestas, cuéntenme.

Retornado de la tangente...

Llego al edificio de Lavalle al xxxx, toco timbre y me abre Adriana desde arriba, camino al fondo y subo hasta su piso.

Adriana me abre la puerta y al entrar me encuentro con una hermosa mujer sonriendo bellamente.

Su sonrisa irradiaba alegría y no pude evitar empezar a besarla en forma cálida y progresiva.

Encontramos el camino al gabinete donde hay una camilla y un tatami en el piso.

Iniciamos una breve charla donde yo no podía quitarle mis manos de encima. Que sonrisa tan auténtica e hipnotizante.

A poco tiempo pasé al baño (que esta en buenas condiciones) y regrese para... para... para... ahhh, si, para acostarme en la camilla y recibir unos masajes. Eso después de continuar besando y acariciando a Adriana unos minutos más.

Que linda mujer! Que simpatia tan natural! Les mencioné la sonrisa hermosa?

Tenía que acostarme en la camilla, pero mis manos no querían soltar su cuerpo, muy deseable, hermosos pechos, hermosa cola, y unas preciosas piernas. Miren las fotos de BG.

Basta! A la camilla! A sentir la tortura de sus manos sabiendo que que detrás había una hermosa mujer, yonyo tener que estar quieto.

Ella permanentemente contribuyó a que disfrute el placer de su compañía brindandose a cada momento.

Ya habiendo quedado claro las intenciones después de este preludio.... a la hora del 'date vuelta' estuvimos un rato más en la camilla, y continuamos el resto en el tatami.

Después de varios días, todavía tengo grabado en mi mente momentos en los cuales gozaba del cuerpo de Adriana y la veía disfrutar a ella en lo que - en mi percepcion - era un genuino placer por su parte.

Que hicimos? Todo, y con ganas. Todas las chanchadas lindas que dos personas recalientes hacen para disfrutar.

Y me quede con ganas.... ganas de volver a visitarla.... ganas de más masajes... ganas de disfrutar junto a ella nuevamente.

Volveré? Que les parece? Muchas veces más.

Ojalá se haga más fácil coordinar para la próxima.

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