Escort Lara BG - Tribunales bairesgirls

Seguimos en épocas de vacas flacas, por lo que las experiencias han sido pocas. Aprovechando el vencimiento de un plazo fijo, decidí hacer algo por las contracturas acumuladas, tanto musculares como testiculares. La elegida esta semana fue Lara, principalmente por las recientes XP (muy valoradas) de varios foristas - una masajista que parecería caer a mitad de camino de una kinesióloga y una pasacrema.

La coordinación fue sencilla, un mensaje por la mañana que fue respondido al poco tiempo, solicitud de espacio de agenda, y la confirmación mutua del horario. El edificio es normal, entrada discreta. Con puntualidad inglesa toco timbre y al instante me responde Lara que suba. No hay portero a la vista y subo rápidamente al piso indicado. No llego a tocar el timbre cuando se abre la puerta y asoma la dama del momento.

Lara es tal cual las fotos (incluyendo el ya muy conocido vestido negro), cuarenta y pico años bien llevados. Me recibe con mucha propiedad, invitándome a dejar mis cosas y ofreciendo el baño, el cual acepto. Venía de una ducha post-gimnasio por lo que el aseo fue rápido, y volví a la sala de masajes. Camilla de madera amplia y sólida, y no mucho mas. Me desvisto y me acomodo boca abajo, ansioso por probar los masajes que tanta falta hacían.

A la pregunta de como prefiero los masajes, sugiero presión intermedia. La sesión inicia por espalda, luego brazos, glúteos y piernas. El DV habrá sido a los 25 o 30 minutos, el cual costó porque estaba casi dormido. Lara continuó con pecho, cuello, brazos, piernas y abdomen - un recorrido muy completo y placentero. Notando cierta actividad derivada de algunos roces en la ingle, sugiere seguir con el relax a lo cual mi sonrisa debe haber sido respuesta suficiente. Normalmente a estas alturas la explosión llega rápido, pero estaba tan relajado que la combinación de paja y oral (sin) sorprendentemente duró por lo menos 15 o 20 minutos. Agrego el gran detalle de que se sacó la pintura de labios antes de comenzar el bucal. Mientras ella se esmeraba, mis manos recorrían su cuerpo. Descubrí sus lindos pechos y timbres muy reactivos, los cuales chupé gustosamente, mientras mis manos recorrían caderas, cola y entrepierna. Mis dedos se perdieron entre cachetes y labios, sintiendo la humedad que de a poco se generaba. Y cada tanto me acercaba la boca para fundirnos en besos, intensos sin ser exagerados, chupada de lengua incluida. La explosión finalmente llegó, aunque no llegué a distinguir si fue en su boca o en sus manos - con la cantidad de baba que había y el calor de sus manos era difícil saberlo.

Totalmente relajado, sentí como me limpió con papel, se sacó el aceite y demás líquidos de las manos, y retomó el masaje para aprovechar los últimos minutos de la hora. Se concentró en hombros y cuello, eliminando los últimos vestigios de tensión que puede haber tenido. Me levanté despacio, tomé el toallón ofrecido, y me dirigí a una ducha para reactivar el cuerpo y el cerebro, además de sacarme el aceite que me cubría. Aquí el único detalle a tener en cuenta - la ducha es muy chica, y está elevada al menos 30 cm. Hay que tener mucho cuidado al entrar y salir, ya que sería fácil terminar la experiencia con un vergonzoso (y peligroso) accidente.

Vuelvo a la habitación, me visto mientras Lara responde sus mensajes acumulados (me pidió disculpas por esto), y le abono 6.000 por masaje+bucal. En realidad me pidió 5.500 y ofreció traer cambio, pero me parecía más que merecido el extra. En conclusión, una experiencia muy recomendable, a un módico precio para estas épocas de crisis, y una que sin duda repetiré.

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