Agos - Mi fetiche de rubia concheta bairesgirls

Qué mas se puede decir de quién si dijo casi todo?
La siguiente publicacion breve será mas a modo de reconocimiento que otra cosa.
Le escribo el Viernes luego de un dia laboral larguisimo. Habia dormido poco y mal y estaba a las corridas. Tenia un evento del trabajo al que queria ir mas relajado, asi que contra todo pronostico de un Viernes por la tarde se convirtió en Pornóstico al menos por una hora.
Arreglo para verla 17.20 y luego de sortear todo el peor transito de la hora pico y llegar 10 minutos tarde a mi cita me recibe ella, a quien ya habia visto varios meses atras en distintas ocasiones.
Se presenta con un vestido al cuerpo, de pequeñas lentejuelas brillosas, muy vestida para ir a bailar, bien de noche, mega sexy, putisima, sin tanga ni nada abajo. Siempre con ese tono que coquetea entre la arrogancia de una rubia concheta. Ella reproduce mi fantasia de cogerme a todas las rubias chetas que veo en instagram. Con sus tetas grandes naturales, sus ojos claros de mentira, su piel bronceada, su culo que no es de gym, pero elijo creer que si, sus piernas robustas (jamas gordas) que abrazan con la fuerza indicada.
Da besos de novia, su lengua se mete en mi boca y me explora, chupa mi lengua, yo la suya, me lame la boca, me lame todo.
El oral es algo realmente fantástico, la presión adecuada, la saliva en justa medida, las miraditas, el espejo, la posicion en que lo hace y hasta como alterna el modo en que inclina su cabeza.
Es muy cuidadosa con la protección en la penetracion, hiper prolija, chequea todo mil veces sin invadir ni molestar.
Se me sube arriba y siento todo su calor interior y su humedad unirse a mi calentura. Estoy cogiendo a mi rubia fetiche.
Me habla con un tono de voz algo grave, inusual en una mujer de su edad (21), aunque me resulta super erótico. Me hace saber de distintas maneras que le gusta que esté adentro suyo.
Me hundo entre el abismo de sus tetas, mi boca y yo nos desesperamos por chuparlas, besarlas, por respirar de entre ellas. Soy su esclavo, no puedo pensar en nada mas.
Entregadisimo la veo rebotar encima mio, frente al espejo. Repaso la escena nuevamente y es ella, mi rubia cheta de istagram, podria ser Natalia C*****, podria ser Victoria L***.o Milagros D******.
La cojo como si fuera la ultima vez que voy a coger una mujer en mi vida, ella se mueve inagotable arriba mio, intenta domesticar mi erección, mi rigidez, pero yo obtengo fuerzas inspirado de solo verla en el espejo, de escucharla gemir y aun asi soy todo suyo, entregado a su apocalipsis sudoroso.
Hay olor dulce en el aire, nuestra piel esta llena de lentejuelas brillantes de su vestido, de olor a sexo, no me quiero mover mas de alli, quiero vivir y morir con esta sensación de placer. Ella mirandose al espejo, manoseando sus tetas con vanidad, mirandome en busca de una aprobación que se que no necesita. Variando sutilmente cada movimiento de su cintura para que sea siempre distinta la llegada del placer.
¿Por qué tanto esfuerzo en complacerme? En hacerme sentir deseado aunque sé que no es asi. En cogerme como si fuera el último hombre en la tierra, con tanto esmero y entrega.
Rotamos posiciones sin pensarlo, ahora la veo en el espejo de otra manera, me arrodillo ante su templo para hundir mi cara en su vagina humeda, beso su culo, lo penetro con mi lengua, me hundo alli intentando perder la conciencia, dejar de respirar.
¿Qué dirian los forenses?
—¿De qué murió este?
—Murió de placer
¿Sería posible tal cosa?
¿Esta bien si pienso en estas pavadas?
Entro en ella repetidas veces, tantas como me lo permite mi sedentarismo y mi corazon acelerado, mi corazón roto. Ella se acomoda en el espejo para que la vea mejor, me mira, me habla y la deseo. Mi rigidez se resbala dentro de ella, ella se mueve a mi par y se retuerce de placer, yo examino cada centímetro de su cuerpo deseando que fuera mio unicamente, tenerlo para siempre a mi merced, a mi orden, a mi deseo y demanda.
Me saco el preservativo, ella se acerca hacia mi y me succiona de maneras distintas, compulsivas pero delicadas, es algo unico lo que hace con sus labios. Me veo entrar y salir de su boca hermosa, y la veo disfrutarlo, no puedo mas de la rigidez, del ardor. Ella se aprieta las tetas transpiradas, veo brillitos y lentejuelas por sus hombros, en sus tetas, me miro en el espejo y tambien estoy lleno de esto. Me divierte la fotografia de este momento absurdo.
Ella la pone entre sus tetas y juega conmigo. La escupe, se la pasa por la cara. Me vuelve a meter en su boca y luego de otro jugueteo infinito exploto en su boca, se rompe el velo, mi fantasia es corrompida por la realidad, comienzo a ver el desvanecimiento del hechizo.
Me agrada lo que veo.
Una rubia arrodillada con mi leche en su boca, sus tetas transpiradas con brillitos por doquier, su culo prominente dispuesto a mi voluntad y obra.
Ella me mira profundo decidiendo qué hacer con los restos de mi, finalmente los descarta en una servilleta oportuna y cercana.
Yo respiro como puedo, aun entre espasmos. Quiero vivir mi vida asi, eyaculando en su boca.
En ese momento hubiese elegido esa sensación perpetua, esa agonía perfecta de ardor, dolor, placer, vacio, de dogma y piel.
Me ducho eventualmente con todo lo necesario provisto por ella y sus instalaciones. Encaro hacia ese after del laburo a cruzarme con la chica que me gusta. La saludo y me sonrie ajena. La cogería con el cuadruple de ganas que cogì a Agos pero de momento no es el momento…
Ya te va a tocar a vos tambien…

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