Iniciado por Cyberbostero_07
Bueno, esta Xp es del viernes. Como soy nuevito acá la posteo porque es mi quincuagésima séptima reincidencia con mi princesita.
Fuí medio con temor por el asunto de la gripe, por si podía haber alguna medida preventiva pero al entrar ella a la habitación, mis dudas se despejaron al instante: me comió la boca mal, parados junto la puerta. Obviamente después de muchas veces de estar con ella, hay un conocimiento mutuo. Ella sabe mis gustos y viceversa.
Seguimos transando acostados, luego arrodillados en la cama y comenzamos a sacarnos la ropa. Ya desnudos, siguieron los besos en oido, cuello, pecho, siempre rozándome con sus pechos hasta que llega al amigo y ahí empieza otra historia. No tengo palabras para describir el pete que me hace esta mujer. Siempre mirándome a los ojos. Muy pero muy suave, sin franeleo, lengueteada en el glande, succión a los gemelos (como a mí me enloquece) y diciéndome de vez en cuando con su particular acento guaraní: -¿Te gusta así?-. Por Dios!!! Pido tiempo muerto para puesta de capucha y le pido que se suba pero cuando lo hace, no adopta la posición tradicional de cabalgata, sino en cuclillas... Qué espectáculo hermoso ver mi verga entrar y salir de esa cuevita húmeda!!! Seguimos con ella arriba, en la pose ancestral, yo bombeando de abajo, levantando las caderas y al mismo tiempo comiéndole la boca. Cambiamos a perrito, siempre muy suave (me gusta llevar los tiempos de la serruchada) y mientras tanto busco el gel en la cajita de Prime para lubricar ese precioso esfínter. Sigo matraqueando y a meter deditos hasta que veo que hay una buena dilatación. Entonces sin permiso (ya no lo necesito) empiezo a puertear lentamente y cuando la cabecita ya había entrado, ella se tira hacia atrás y el amigo que desaparece como por arte de magia... Mamaderaaaa!!! Empecé el meta y ponga pausadamente pero me percaté que ya debíamos estar sobre el límite de la hora, asi que aumenté el ritmo. Pasados unos dos o tres minutos de brutal orteada me pregunta si estaba por acabar. Le digo que mucho no debe faltar... -¡¡No acabes, por favor...!!- Me ruega... A continuación me saca el preservativo y retoma memorable mamada, siempre con ritmo pausado, hasta que PMQLP!!! el maldito toc toc en la puerta. Ella no se dió por aludida y continuó con esmero su tarea pero por razones obvias, aumentó velocidad, con paja incluída y al cabo de unos momentos, torrente lácteo que parecía que no iba a tener fin...
Mas satisfecho que Narváez el domingo pasado, me dirigía a la salida y justo en ese momento tocaba el timbre otro gatero y como no quieren que los clientes interactuen, nos metimos en una especie de corralito y ahí seguimos transando como colegiales. Confieso que estuve a punto de quedarme más tiempo pero la cabeza grande impuso orden: había que ir a laburar.
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Para terminar, no la recomiendo para nada...
¡¡¡¡¡PORQUE LA QUIERO SÓLO PARA MÍ!!!!!!!
Saludos!!!
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