Venía escuchando la radio mientras llegaba tarde (como casi todos los viernes) al laburo. Los viernes son relajados. Llego siempre demorado, me voy antes, casi siempre, seguro.
En la radio escucho que Del Potro había ganado el primer set, Federer el segundo. Y ya iban empatados hacia el inevitable Tie Break. Me dije no me lo pierdo por nada del mundo.
La rutina es casi siempre la misma. Llego casi meándome, aprieto el botón de la compu, la enciendo, pero como requiere entrar en una red y poner unas claves, me voy al baño mientras espero que cargue. Vuelvo, prendo la tele. Llego a la TV Pública. Ya me había llamado la atención hace unos días, lo "pelada" que estaba la cancha. Y sí, es difícil mantener el pasto con el ritmo frenético de los Juegos.
Me logueo y abro mi correo. Mis rutinas. Inevitables.
El foro es otra rutina adquirida tardíamente, pero es una rutina al fin.
Chusmeo los comentarios más nuevos, reposteo algunos.
Pero, caigo inevitablemente también, en la actividad que tiene el nuevo posteo de mi amigo Carlos Virasoro.
Ya lo había preanunciado ayer en una respuesta a un colega. Iba a tener un encuentro con Angelina Teen. En ese comentario tenía puestas unas fichas.
Pero no me puedo sustraer a la lectura profunda porque: un punto para Delpo, un punto para Roger...me tienen en vilo.
Digo, bueno, el suizo se lo termina de comer crudo en el
próximo, pero no es así. Los agarré cuando iban 10-10...y ahí me distraía sólo cuando iban a descansar entre punto y punto.
Leo otro párrafo del comentario de mi amigo.
Y pienso en que el sexo, como el deporte, también es un juego de la mente.
Le hacen un primer plano a Federer y digo: qué frialdad!
Le hacen un primer plano a Juan Martin y digo: qué buen pibe!
Y en eso, en ese devenir anticipatorio al que juego desde que era chico, me juego y aventuro mi resultado. Pierde en el
próximo, no. En el que viene sí o sí.
El sexo que jugamos con una escort es así también.
Recorremos nerviosamente la previa. Un día antes, a veces unas horas antes y aventuramos nuestro resultado.
A veces nos equivocamos
La mayoría de las veces, sabemos que vamos a un encuentro seguro, porque elegimos, seleccionamos. Para eso somos perros viejos, dinosaurios, como dice mi amigo.
Yo estoy seguro que mi amigo fue sin demasiada expectativa. Estaba el dato (que a él, a Hunter, y también a mí me encantan) de que la nena toma la leche. Y el morbo, a veces, completa el espacio que buscamos desde otro costado.
Esta vez no se dio. Mi amigo se lo adjudica a él mismo. Yo creo que hay que ser definitivamente sinceros y decir las cosas con todas las letras.
A otro amigo, Leon XXX también le fue mal con una diosa de este foro. Luciana Rosse. Cosas que pasan también.
Voy terminando de a dos líneas. De a dos pasos. De a dos cuadras, como las que mi amigo recorre cuando va a encontrarse con la escort. Como las que también recorrió con su viejo. Y ahí se redime, en el recuerdo.
No pasó nada, ya sé.
Pero queda el sinsabor que contamina la pizza de Los Campeones. Y distrae por un momento, mientras corren las cervezas y los gritos de los amigos de la barra. Uno piensa...que se promete que va a ser la última vez que cometa una torpeza semejante...
...y se sigue equivocando
...y se sigue permitiendo equivocarse