Cielo, una puta increíble, completita. Hay fotos y video

Lei la XP del colega Czparra con la que coincido plenamente – va mi voto positivo – y me dieron ganas de volver a ver a esta puta increíble. Entre las innumerables formas en que pueden clasificarse, las putas pueden dividirse entre las que les gusta los que hacen, y las que lo hacen por necesidad exclusivamente. Es difícil diferenciarlas porque son maestras en el arte de fingir. Pero a fuerza de visitarla me he convencido que a Cielo, Briza, o el nombre artístico que utilice en ese momento, además de decirlo, realmente le gusta su trabajo de puta. Con un par de champagnes de por medio - botellas, no copas -, en una visita anterior, se le soltó la lengua y ciertas verdades fueron saliendo como porotos de la chaucha. Por ejemplo que le gusta el pisco sour de Tanta, que esta justo enfrente – No conseguí que salga a tomarlo conmigo, la próxima vez averiguare si tiene delivery para el edificio que está cruzando la calle – que cocina muy bien y que finge los orgasmos la mayoria de las veces - no siempre – pero que goza un montón del sexo con los clientes. Y yo le crei. Total no olvidemos aquello de que entre los amores falsos el de las putas es el más verdadero. Para los que no la conocen es una morocha linda, pero cuestión de gustos. Una jeta para hacerse una fiesta de besos. Un cuerpo fitness, buenas gomas, grandes, y un culito duro y paradito. Buenas piernas, linda piel, en fin , no defrauda si te gustan las minas con pinta de putas. Y si pegas onda te hace conocer el Cielo. El departamento monoambiente, grande, un poco desordenado pero limpio. Pasó la prueba de las plantas de los pies: a mi me gusta andar descalzo. Me descalce cuando llegue, camine por el departamento para ir a la cama, al baño, etc, y al final del encuentro cuando me iba a calzar antes me mire la planta de los pies, impecables, el decir que el piso estaba limpito. Una cama queen, otra simple un poco mas alta, televisión con música, silla para dejar la ropa y una mesita con sillas. En fin, el departamento muy cómodo. Un baño limpio y con todo lo necesario y mas. Fui sin fantasías porque toda ella es una fantasía. Me recibió con un body que le dejaba medio culo al descubierto, y del cual asomaban esas tetas geniales que tiene. Desde la puerta comenzó a comerme la boca. Como dije: una fiesta de besos. Me desnude y de parado nomás me chupó al verga un buen rato. La chupa con estilo, mientras te acaricia los huevos a los que dedica también su tiempo. Me tire en la cama, ella ya estaba desnuda, y le pedi que me pusiera la concha en la cara, para lamérsela cómodamente. Ella sabe como acomodarse, dejando mi nariz, que no es pequeña, libre, para poder respirar sin problema. Aclaro que la Mina tiene un 10 en higiene. Nada de olores ni gusto raros. Cuando acabó o fingió acabar –como decía con estas mujeres nunca se sabe – le pedí un cunt-job, una paja hecha con la concha. Me puso el forrito con la boca, se me subió arriba y comenzó a frotar la concha sobre mi poronga que estaba al repalo. En un momento dado, con un movimiento casi imperceptible se la calza bien adentro. No aguante y le entregue la malograda descendencia que por suerte quedo toda en el latex. Continuó con una sesión de besos encantadora. Me fui a lavar. Toalla limpia y seca. Charlamos un ratito, quedaban unos minutos, me ofreció unos mates que compartimos con unas medialunas que le había llevado. Oblé la tarifa de un servicio convencional, porque no había usado la colectora, nos despedimos no sin antes que mis manos volvieran a recorrer ese culo durito y paradito que es un poema.

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