[XP] La Cortesana ¡Es real!

Amigos del Foro. Ayer tuvel honor de conocer a La Cortesana. Me atraían sus experiencias, sus mensajes tan bien escritos, los comentarios de quienes la conocieron, fue así que le mandé un MP y tuvo la gentileza de enviarme su número telefónico. Tuve ya el placer de escuchar su vos, grave y sensual. Concretamos un encuentro en un bar de Palermo y allí tuve la suerte de verla personalmente. Les diré que estaba algo cohibido por esta cita a ciegas, pero al ver en carne y hueso a esta hermosa pelirroja, comprendí lo acertada que había sido mi elección. Dado que ella prefiere ser un misterio, no podré contarles que es muy bella, muy dulce, y muy inteligente. Me gustaría narrar la experiencia vivida en un hotel cercano, pero no estoy autorizado para hacerlo. Sería lindo que supieran que cuando estuvimo a solas, me besó profundamente. Que estuvimos largo rato con nuestros labios unidos, y con nuestras lenguas saludándose. Que cuando la vi desnuda mi corazón dio un brinco. Quisiera poder contar que ya en la cama, con tres espejos (en los laterales y el techo) que permitían verla en todo su esplendor, La Cortesana tuvo la deferencia de colocar mi pene en su boca (sin) y halagarlo con pericia. Que quise retribuir luego su gentileza y que nos colocamos en 69, que luego acaricié con mi boca su vagina y su tierno anillito posterior. Que pude penetrarla en varias delicosas posiciones. Lamento no poder contar que ingresé en la calidez de su colita, en todas las posiciones que se nos ocurrieron. Quisiera estar autorizado a decir que es culito es delicoso, y que luego de largo rato de delirio disfrutándolo, acabé en un momento de altísimo placer compartido y con gritos, jadeos, palabras de ternura y de lujuria. Quisera poder contar que La Cortesana me besó una y mil veces, y que luego de ese largo paseo por las más altas cimas del placer, ella se dedicó seguir mimándome tiernamente. Muchas cosas quisera contar pero ella, tan dulce y misteriosa, no desea que se hable demasiado de su intimidad. Diré que es a la vez tierna y desatada. Que hubiéramos seguido por horas, pero nos llamó a la realidad el timbre que anunciaba el final del turno, y que otras ocupaciones (de ella y mías) nos privaron del placer de entrelazar nuevamente nuestros cuerpos desnudos. ¡Cuántas cosas quisiera contar! Pero la Cortesana prefiere seguir en el misterio. Quisiera poder decir que todavía estoy en estado de gracia y que espero repetir esta experiencia tan bella. La Cortesana colmó mis expectativas y me hizo pasar una tarde de felicidad al acceder brindar sus favores a este plebeyo al que hizo sentir un rey. Todavía recuerdo la tersura de su piel, el sabor de sus besos, y su dulzura. Creo que concer íntimamente a esta Dama es una experiencia imprescindible. Si ella tiene la gentileza de acceder, pronto volveré a disfrutar de sus favores. Lamento no poder contar nada de ella, pero ustedes pueden hacer su experiencia. No se han de arrepentir.