¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Quasimodo
[XP] Desvirgatándome con Floppy
30-Dec-2009, 22:04
Después de muchas idas y vueltas, de leer XP´s ajenas y tentarme a más no poder, tomé coraje y quedé en visitar a Floppy (famosa en La Plata) a quien conocí en el chat de acá (siempre está), aprovechando su visita a Buenos Aires, para perder mi gatovirginidad - lo que es decir tener mi primera experiencia gatuna -
El encuentro fue en un depto céntrico que la señorita renta para este tipo de ocsasiones. El lugar bien, chiquitín... limpio, que es lo más importante. Igual, claro, mucho el lugar no lo explore porque Floppy acaparaba ya todas mis miradas. Ella es pequeñita (1,60 pongámosle) morocha con ojazos, flaquita y con muy lindo - qué palabra usar para sonar poético...? - culo.
Luego de una duchita (yo) pasamos al sector cama, donde ya confesada mi gatovirginidad, la dama me propone relajarme. Me saca la toalla, y empieza con unos tremendos besos por todos lados, que de a poquito van yendo hacia el sur (claro, ella es de zona sur) para transformarse en un buen pete sin red, que fue retribuido en una visita mía a su zona sur, experiencia que si las matemáticas no me fallan, sumó 69. Ella propone entonces ponerse en cuatro, pero yo empiezo con un brevísimo misionero (con la boquita de frente me encontré con más besos) y luego si tomé su sugerencia y se fue el primero.
Charlamos un ratito, me mostró algunas fotos de su salida de fin de año con gente del foro, nos reimos un poco y comenzamos el segundo. Haceme lo que quieras, me dice ella. Y yo hago lo que quiero, tocando y besando... y Floppy se empieza a tocar solita. Ah, que lindo! digo yo, pero más lindo sería si mientras me la chupás. Nunca un no y vuelve a darle sin. Y le da y le da, mientras se toca y se toca... y se me fue el segundo en menos de cinco minutos. Un petazo! Claro, me digo a mí mismo y lo comparto con ella, hete aquí la diferencia entre una pro y una no pro. Ella confiesa no ser pro, no tiene diplomas en la pared. Pero está en camino a doctorarse.
Todavía medio boludo por la reciente experiencia le digo: si me sacás el tercero, te hago un monumento. El desafío parecío motivarla y volvió a mis zonas bajas a ver qué pasaba. Pese a su esfuerzo, el amigo quedó a media asta. Igualmente el tiempo me apremiaba y tuve que rajar, aunque quedó la promesa de seguirnos esforzándo para sacarme tres polvetes en menos de una hora.
Ah, en el ascensor sucumbí a su frotadita... y me fuí al palo!
Conclusión: Ella espectacular, siempre muy buena onda... y yo soy gatero!
Reincidencia asegurada.