El huracán Lorie

A Lorie la había conocido el año pasado cuando estaba en el departamento de la calle Paraná, que compartía con su hermana Sole y otra amiga. Si bien las tres eran independientes, y cada una manejaba su agenda, el lugar tenía ciertos vicios de privado. Me ha pasado que, teniendo una reserva hecha, me enviaba whatsaap diciendo que estaba atrasada (porque había llegado alguien a último momento) o la clásica llegar al departamento y decirme que sólo podía media hora porque tenía otro cliente (esto a pesar de tener reserva hecha con horas de antelación). Es su modus operandi. Debido a esto hacía fácil seis meses que no la veía.

Con estos antecedentes decido probar suerte, y reservar sólo un rato antes de ir, para evitar superposiciones y confirmar por teléfono si efectivamente podía una hora. Lorie no es una escort que pretenda tener un staff fijo de clientes. Según ella misma me confesó a veces le aburre que alguien vaya tan seguido a visitarla, probablemente termine por no atenderte. Además tiene un morbo que le gusta coger con desconocidos. Consciente que existía la posibilidad de un plantazo me dirijo a su nuevo departamento de la calle Esmeralda al xxx. Edificio conocido por todo el gremio pirata, sólo le falta el amarradero para anclar el barco. Portero eléctrico, abre desde arriba y directo a su guarida.

Para lo que no la conocen Lorie es una mina con un físico imponente. Las fotos de selfiegirls creo que son las que le hacen más justicia, no hay diferencias entre la publicación y lo que uno ve cuando transpone la puerta. Las descripciones solo ratificarían lo que muestra la lente de la cámara. Algo tal vez para destacar es el exceso de maquillaje. Muy abundante en ojos, labios y cara. Nunca vas a verla al natural, como tampoco vas a verla sin los aprox. 15 cm de tacos en los que suele estar montada. Siempre coge con los tacos puestos.
Al entrar te recibe siempre con una sonrisa, que valga la aclaración, es digna de cualquier publicidad de pasta dental. Tiene un carácter desinhibido, abierto y una personalidad espontánea y avasallante. Siempre muy atenta pero se nota que es una mina con carácter fuerte. Le abono, me doy una ducha y pasamos a la habitación. Antes de empezar la acción te dice que esperes y se pasa una crema con perfume buchón por el cuerpo. Ahora sí, el huracán Lorie está listo para arrasar la costa. Los que buscan onda novia, no es el puerto en el que tienen que arribar.

Me acerco para besarla al tiempo que pongo ambas manos en sus nalgas. Los besos son picos, a veces con cierta intensidad, olvídense de besos profundos. Una verdadera lástima. Enseguida me dice de pasar a la cama (en realidad es una forma sutil de decirte es que te dejes de mariconadas y te la empieces a coger, no le cabe la onda romántica). Me siento en la cama, me saca el bóxer, se arrodilla y va a la pija de una. El oral es intenso, combinado con un vocabulario guarro. Mientras me chupa la pija le desabrocho el corpiño y libero ese par de tetas, las manoseo. Ella me pone un salivazo en la cabeza de la pija y se la manda entre medio de los pechos para pajearla. Sus acciones son así, rápidas, decididas con cierta prepotencia. Me pregunta si me gusta. Al ver mi pija aprisionada entre esas tetas que suben y bajan, la respuesta es casi obvia. Aprovecho un instante de distracción mientras se saca la tanga para acostarla boca arriba y empezar un recorrido lingüístico desde sus pechos en sentido descendente. El perfume buchón de la crema se va impregnando también en mi cuerpo. Se abre completamente de piernas. Sumerjo mi cabeza en su sexo y empiezo a lamerla. Me agarra la cabeza con las dos manos y frota la concha contra mi cara y mi boca. “Hijo de puta me calentaste, ahora te voy a coger”, me dice. Es buena actriz. Es difícil calentar a alguien con menos de diez lengüetazos. Me pone el forro y se sube a cabalgar. No es el estilo de escort que te pregunta que pose querés. Vos no te la cogés, ella te coge a vos. Clava los tacos en las sábanas y empieza a saltar arriba de la pija mientras despliega todo el vocabulario de guarradas. La dejo trabajar un rato. Se da vuelta y me cabalga dándome la espalda. Parece un chico que no puede quedarse demasiado tiempo en una posición. Ver el culo de Lorie saltando arriba tuyo, tenerlo tan cerca, tocarlo y saber que no lo entrega es toda una tortura mental. Le pido que se ponga en cuatro. Es mi primera intervención activa después de un monólogo excluyente de ella. La cojo un rato largo en esa posición. Le apoyo las manos en las caderas, en los hombros. No importa que parte de su cuerpo toques, está todo firme. Se acuesta boca abajo y yo encima de ella sin dejar de penetrarla. Aprovecho para darle algunos besos con lengua, se resigna y me deja hacer. Me calienta esa boca pintada de rojo. Quiero verla chupar de nuevo. Me saco el forro y le pido oral. Me escupe la pija y empieza. No sé cómo hace pero me la pone más dura de lo que ya estaba. No creo poder durar mucho más. Colocamos nuevamente protección y vamos en misionero. Ahí me doy cuenta de un detalle que no había reparado, los hermosos ojos. Al verla en conjunto su cuerpo tiene tantas zonas llamativas que el detalle de los ojos recién puede apreciarse en un examen más detallado. Ahora sí, ya estoy por acabar. Me pide que le acabe en las tetas. Me saca el preservativo, se acuesta sobre mi pecho en forma perpendicular, dándome la espalda, acomoda las tetas cerca de mi pija y me empieza a hacer la paja. Me dice que le encanta hacerle la paja a los tipos o mirar cómo se pajean. La calienta. Mientras siento subir y bajar su mano, manoseo su cola y el inevitable estallido se produce en sus pechos. “Hijo de puta ¡Que chorro largaste!”, la escucho. Gran parte mérito de ella. Cuando se levanta lo compruebo al ver sus tetas y parte del abdomen llenos de semen.
Higiene de ambos y faltaban unos 10 minutos. Nos quedamos charlando. Es simpática. Te pregunta cosas todo el tiempo. Es curiosa. Si le contás algo te repregunta. No me dio la impresión de la típica charla para pasar el tiempo. Es más, nos excedimos del horario con la conversación, fue el momento donde la noté más “humana”. Beso despedida y “back to life”.

Cuestiones para resaltar:

Positivo: Es una mina simpática y desenvuelta. Tiene muy buen físico y es atractiva. Le gusta el buen sexo, aunque notás un estilo algo despersonalizado, mecánico.

Negativo: Desorganizada. Nunca sabe quién sos cuando le mandás whatsapp o la llamás. Altas probabilidades de sufrir un plantazo. A veces no te respeta la reserva o llegás y te hace el speech que sólo puede media hora. El año pasado me lo hizo en dos ocasiones. En ambas le dije que no y me retiré para no avalar esa práctica. Cuando coge parece que pusiera “play” y ejecutara una rutina, independientemente de con quien esté.

Gracias a todos por leer el relato

Atte

Lord Carrington.

TABLITA DE LA EXPERIENCIA

Regalito: xxxx
Barrio: Microcentro - Esmeralda al xxx
Es Completa: NO
Bucal: SIN
Es Independiente: SI
Besos: Piquitos
Calificacion Gral: 8

[Solo miembros ven links]

Cara: 8
Lolas: 9
Cola: 9
Cuerpo: 9
Onda: 8
Lugar: 7
Porcentaje photoshop: 5 %
Relojea?: Si
Servicio: 8
Reinicidencia: Si

FOTOS DE LA PUBLICACION

[Solo miembros ven links]
[Solo miembros ven links]
[Solo miembros ven links]
[Solo miembros ven links]
[Solo miembros ven links]