Escort Ady - Microcentro bairesgirls

Tenía ganas de pasarla con Ady
La conocía y me gustó su cuerpo y esa carita pícara qué calentaría hasta a un gatero centenario.
Voy directo a los bifes, no perderé espacio en describir disposiciones mobiliarias ni la temperatura del agua del baño.

Ady debe medir 1.60 más o menos.
Cuerpo de guitarra.
Culo potente y formado, de esos que uno gustaría nalguear con solo verlo. En jean debe ser deslumbrante.
Son esos culos acompañados por piernas macizas y magras.
Cintura pequeña natural
Tetas pequeñas como corresponde a esos tipos de culos masivos geneticamente.
Cara de gatita pícara. Bonita.
Mina simpática. No es de generar conversaciones pero sí responde a las preguntas. Siempre sonriente.

Caímos en la cama desnudos y empezó con piquitos.
Manotea la pija al toque. Algo para discutir: así como a una mina se enfría como mármol si de entrada las manos van a la concha...supongo que hay hombres que nos ocurre algo parecido.
Para evitar la cogoteada de garcha hago un pase mágico y paso a recorrer su cuerpo con besitos suaves qué van de la boquita hasta el ombligo pasando por sus pezones. Uno lo tenía más durito que el otro.
Al ratito ya estoy frente a frente con su hermosa raja.
Un tajo interesante al que comienzo a besar en forma inocente en un increscendo que a su vez se hace más profundo llegando a chuponearla como a boquita de novia enamorada.
A pesar de su mirada imperterrita, leo en su rictus alguito de conmoción. Obviamente no como esperaba y sí se ha dado en otras escorts. Eso es otra historia.
Luego de un buen rato intentando activar esa atractiva empanada, me acomodo para un pete. Boca arriba junto a ella transversal a mi, lo cual permitía acariciar desde su cabello hasta su cola pasando por sus tetitas. Pete aprobado un poco mecanizado.
La acomodo en un 69 y ya puedo oler ese perfume típico de la concha limpia pero activa. Su pete es más pasional al comerle el pesebre. Recomiendo ir por ahí.
Me cabalga un rato un poco perezosamente, luego en cuatro admirando ese culo suave dedeando su clitoris y tratandole de entrar lento dilatando esa concha simpática.
Paso a un misionero casi sin besos o sea incompleto. Un misionero al 50%.
Salen los chorros del brebaje qué nuestros huevos les dedican a estas bellezas en un acto sumiso de entrega instintiva mientras miro esa carita de guacha aprobando la descarga.
Me voy a lavar.
Al volver y luego de charlar un ratín empieza a pajearme muy suave. Ella sentada junto a mi que estaba acostado.
Me pajea...me mira a los ojos y empieza a darme besitos suaves pero más relajados. Más mimosos. Fue el mejor momento del encuentro. El momento más humano.
Es la parte mas linda del gateo: cuando se les escapa la humanidad... El sentir a pesar de la impostación.
Mi pija crece en segundos. Los besos son mágicos. Imagínense lo que pueden hacer chupones comprometidos.
Pete...y luego otra vez sobre mi pero con besitos.
Ese polvo lo sentí más.
Su conchita estaba más tibia y laxa. Relajada, un poco gomosa.
Nos hacemos unos chistes ...me lavo un poco y salgo vacío a una calle llena.
Si fuera solo por esos besitos mimosos, su culo portentoso y su piel suave, volvería con seguridad.

No se el tiempo que tiene Ady en este negocio pero al margen de su servicio lindo, mi gusto siempre pasará por las poco expertas. Esas que aún te sorprenden cuando se les escapa algún gesto o humedad que les contradice el guión que se arman.

Un saludo y que el 2025 los sorprenda con una buena concha a la cual adorar.

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