Conociendo a Escort Katy - Palermo bairesgirls

Busqué comentarios y no encontré. Quiero comentar que al ser este el primer comentario sobre Katy, en ningún momento lo consideré un piletazo.
El material de su perfil la pinta muy bien.
Domingo de madrugada y el pescado sin vender.
Hago contacto y rápidamente concretamos, sin vueltas. La paso a buscar en taxi con destino al telo. Sube, nos besamos con beso en los labios y nos convertimos en amigos amantes (de toda la vida) en medio segundo, charlando del frío y bobadas con el tachero (abrazados y de la manito).
Primera vez en el hotel Caravelle, me gustó.
Las fotos y vidéos que posteó Katy en sus publicaciones coincidieron a pleno en el encuentro: vivaz, pícara, divertida y muy fuerte.
Katy tiene una hermosa mirada, y transmite alegría y lujuria.
Besa como quieras, con tutti o tranqui. En la cama, breve charla con caricias y besos. Me dice que está contenta de que concretamos sin vueltas. Le propongo que la comunicación vaya por otro canal que no sea la palabra. Accede y le brillan los ojos. Ahora hay silencio. Le vendo los ojos con mi camisa, ambos desnudos. Besos suaves, caricias íntimas, y me paro en la cama para recibir un gran bucal sin. Ella vendada (ya dije) se calienta y me calienta. Cambios de posiciones, muy activa en la chupada en todo momento, me dejaba que haga y deshaga, me seguía, me quería complacer. Mientras me chupaba, la pajeo, franeleo y chupo las hermosas tetas, gel efecto calor en su anillo por un rato. No se habla, sólo gemidos, y mi pija madura bien dura y agrandada en su boca. Como un capitán de barco, muevo el timón y el barco obedece la suave maniobra: Katy en cuatro patas para recibirme. Dudo de ir directamente al anillo lubricado que me espera. Entro a la almeja, para conocer, me muevo un poco y salgo para más chupada. Ahora sí, vamos derecho allí, a la cola. Calza bien de una, cero esfuerzo. Voy con suavidad al fondo, ni chistó. Seguimos en modo silencio, le excito la boca con dedos, vendada, todo se calienta y endurece. No tengo apuro de acabar, tampoco deseo de contenerme. Le doy máquina tranquilo hasta donde llegue. Inminente acabada, rompo el silencio con un "toma toda!" y me dejo caer en su espalda. Chequeo el pilotín, todo en orden.
Charlamos, nos duchamos y partimos. Gratitud.

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