Romina- De Venezuela con amor bairesgirls

Hace dos años atrás visité a una chica en este lugar de Perón al 1400 y me habló de Romina. Desde entonces siempre la tuve ahí en mi mente. Algunas veces intenté tener un encuentro con ella, pero los planetas no se alineaban y todo quedaba en nada. Hoy por fin pude conocerla.
Viernes caluroso andaba por la Capital yendo a hacer unas compras y me llegó el mensaje de ella para vernos. Así que descarté todo lo que tenía programado para hacer y volé hasta su nidito.
La habitación donde se desarrollaron los hechos es hermoso. Con muy buena iluminación, aire acondicionado, cama grande y el espejo de piso justo enfrente. Nada ha cambiado desde la última vez que estuve ahí. Hasta los peluches que están en los estantes son los mismos. Si esos peluches hablaran...
El baño no se queda atrás. Bien surtido con todo lo necesario y ducha con buena presión. Pileta lavamanos y bidet en condiciones. Todo limpio y ordenado.

Romina es venezolana, y conserva bastante el acento. Largo cabello suave y ojos claros. Es alta. Piel blanca y cuidada. Me gustaron sus pechos con hermosos tarugos turgentes. Buenas piernas y muy buena cola (Que me dijo que no está entregando) Su boca me llamó la atención, es de labios gruesos y tiene una forma particular. Boquita petera la denonimo yo. En la cama es como una novia, muy fogosa. Le gusta que se la trate bien y con suavidad. Si la tratás bien te lo compensa con creces.

Estuve dos horas con ella y entre besos muy ricos, caricias y charlas me sacó dos orgasmos. Uno con su boca y otro con la de abajo. El pete fue genial, primero estando yo acostado panza arriba y después sentado en la esquina de la cama mirando toda la acción en el espejo. Duré bastante pero ver la imagen de su culo en el espejo y ella cojiéndome con la boca sin usar las manos fue demasiado. Me liberé y dejé escapar todo mi placer dentro suyo.
Y como es algo que me encanta hacerlo obvio después bajé a comer su rica almejita que me la ofreció con ganas. Me permitió colarle un dedito pero no le gusta muy adentro. Mas bien un poquito adentro. Le gustó mucho la almejeada y te va indicando donde poner la lengüita para sentirla mejor.
En un momento comenzamos con el 69 y yo estaba tan excitado que casi se me viene el segundo. Pero me frené para poner el Skyn e ir a la batalla de los cuerpos.
Me garchó muy lindo la piba, se movió muy bien arriba y cada tanto bajaba a comerme la boca u ofrecerme sus pechos para degustarlos. Luego perrito y para acabar un misionero.
De verdad que la pasé muy bien. Tranquilo sin apuros. Hablamos un poco de su país, de como llegó aquí, un poco de su vida. Mezclamos charla con sexo.
Salí livianito a la calle, bajo el agobiante calor porteño y me dirijí hacia donde estaba mi vehículo. Me había olvidado a que había venido a la ciudad y me fui a casa. Fin.

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