Escort Flor BG - Microcentro bairesgirls

Hola, che, cómo andan amigos? Sé que es algo muy reciente desde mi última redacción sobre la compañera de Flor, pero este encuentro, la verdad, ya estaba muy ansioso por escribir y expresar lo que me pasó. La verdad, les agradezco mucho el apoyo que me brindaron y fue muy satisfactorio saber que acá puedo expresarme y trasformar mis actos en texto, sin tener que contarles a mis amigos lo que hago y sin ser juzgado por todo lo que represento y lo que logré en mi vida.

Para no alargar mucho el asunto, les cuento la historia de lo sucedido. Su compañera me había dado la info sobre Flor, hablamos en aquel momento y me contó que también es buena onda. Me dio su contacto y me dijo que ella le iba a dar mi número para que supiera quién soy y no fuera un proceso más. También me comentó que le escribiera un día antes, así era más cómodo para mí. Eso hice, le escribí ayer tipo 15 para el encuentro al día siguiente.

Le digo: "Hola, Flor, cómo te va!"

Ella contesta: "Holaaa, xxxx, sos vos no?"

Le contesto: "Sí, xxxxx, me dio tu contacto para conocernos."

Y la conversación se fue alargando, notas de voz de ambas partes. Por educación y respeto a su laburo, intenté hacerla corta para no fatigarla de conversación. Me dice que sí, que al día siguiente podía a la hora acordada.

También me dice: "¿Tenés algún problema en pasar más tarde, tipo 19 horas?"

Le contesto: "Que por lo contado de su compañera, tenía que reservar un día antes."

La conversación se alargó más y me comprometí a llevarla después del encuentro. La llevaba al lugar que ella quisiera para ir a su casa, y así fue la organización de mi encuentro con ella.

Después de salir del laburo, decidí ir a mi casa a ducharme, prepararme algo para merendar y estar atento para ir a ver a la linda Flor. Todo lo que me había contado su compañera era una gran sensación para mí, poder ir a verla. Me organicé y salí para su departamento.

Después de todo el encuentro organizado, llego a su departamento unos minutos antes, logro estacionar cerca, eh, mismo restaurante enfrente, un poco de gente alrededor, pero nada de qué preocuparse. Estaciono, le escribo y me dice que está lista, pero que le dé unos minutos, que ya me van a buscar. Cuando me escribe que está lista, me pide que toque el timbre del intercomunicador. Hago las indicaciones y en ese momento llega su compañera y me hace pasar. Me saluda, me dice: '¿Cómo estás?' Tuvimos una pequeña charla, me indica lo mismo, cuál es su departamento por si no lo recordaba: un pasillo largo y a mano derecha está su departamento, planta baja. Ella sale y se retira. Llegó a la puerta toco y bueno... ahí está la bella Flor.

Bueno, ya en su departamento, la veo y es una bella dama, un poco más alta que su compañera. Tiene un cuerpo hermoso, atlético. Le había pedido que por favor no me recibiera en ropa interior, sino que se vistiera con ropa de casa, algo decente, para sentirme más cómodo. Y esa fue la situación: unos shortcitos cortos con una musculosa, muy bella y agradable. Muy buena onda desde que entré, nos saludamos con un abrazo y unos besitos. El departamento estaba ordenado, bonito y hermoso. Me hace entrar, nos conocemos y nos sentamos en unos sillones. Tuvimos una charla amplia, conociéndonos, nuestros gustos, eh... Le había llevado unos chocolates. Antes pensé en llevarle cervezas, ya que no me gusta ser clasista y sé que a muchos paraguayos les gustan las bebidas alcohólicas. Sin embargo, preferí ir con chocolates, así nos conocemos mejor. Y la idea resultó perfecta, especialmente al darme cuenta de que, contrariamente a mi suposición, no era paraguaya.

Bueno, ya que nos habíamos conocimos muy agradablemente. La mina esa muy buena charlando. Le digo que preferiría irme a duchar para sacarme un poco la mugre, aunque yo sé que estaba bien, venía de casa, bañado y bien limpio. Pero por lo leído y lo que conozco, es algo común hacerlo. Ya lo había hecho con su compañera, que también me había dicho lo mismo. Le pido que por favor tenga unas toallas para ducharme, y así fue una ducha y regrese al sillón con ella. En ese momento ella cambia de sillón y se sienta al lado mío, nos empezamos a reír, otra charla más agradable y nos empezamos así a tocar y a medio calentar de a poco. Fuimos tocándonos, besos por todo el cuerpo en el sillón, todo fue en el sillón: abrazos, besos, acaricias, manos iban y manos venían. Hasta que ella se levantó, me agarró de ambas manos y caminando de espalda, llegamos a la cama.

En la cama, empezamos a sacar toda la ropa que teníamos puesta. Ella se acostó y me hizo subir encima para seguir besándonos. Dimos vuelta en la cama y ella se montó encima de mí, recorriendo todo mi cuerpo con besos hasta llegar a mi pija, estaba tan dura que ella lo chupaba por ambos lados, escupiéndolo por arriba. Es una genia, me generaba una sensación increíble verla hacer eso. Me puso re-caliente ver cómo disfrutaba y sabía que ella estaba al tanto de que yo también lo estaba disfrutando, así que continuaba para que yo disfrutara aún más.

Ya no podía más, estaba re-caliente, iba a explotar, no de sacar a los bebés a pasear, sino de la excitación que generaba en mí. Ella se dio cuenta y subió a besarme el cuello, hablándome al oído. Se puso firme en su decisión de querer que le hiciera sexo oral, porque yo ya lo había hablado con su compañera y no estaba muy cómodo en hacerlo en este ambiente, pero Flor fue una genia y me lo comentó, lo que había hablado antes con su compañera y quería que me iniciara en eso.

Me sentí nervioso, pero Flor me tranquilizó con su sonrisa y comenzó a guiarme con suavidad. Empecé a usar mi lengua muy lentamente, ella me dice con una sonrisa pícara: "Nunca lo has hecho porque eres pésimo, che". Me reí por fuera, pero por dentro me picó un poco, pero decidí dejar de lado mi inseguridad y dar todo de mí, al 101%.

Decidí hacer un buen movimiento con mi lengua, y Flor comenzó a suspirar suavemente. Su respiración se volvió más rápida y su cuerpo se relajó, abandonándose a la sensación. Me sentí más seguro y comencé a explorar cada rincón de su concha, saboreando su jugo por todo mi rostro.

Me calentaba más, ella me agarró de la cabeza y nos dimos un beso bien profundo Decidimos ponernos un condón y seguir adelante. Empezamos en misionero, con una unión muy apasionada, ya que su concha estaba muy húmeda y caliente para que yo entrara. Ahí estuvimos un rato largo, moviéndonos lentamente ambos, disfrutando del placer del momento. Hubo unos gemidos fuertes de parte de ella, a lo que me excité aún más y me hizo terminar ahí.

Fue un solo polvo de 20 a 30 minutos, aparte de toda la previa y la charla que habíamos tenido. Se culminó la hora de servicio y decidí irme a casa. Yo había acordado llevarla a donde ella quisiera, pero en ese momento se negó a ir conmigo, diciendo que llegaría a casa sola y que no me preocupara por su viaje. Me hizo sentir un poco incómodo, pero también pensé en las veces que muchos le han propuesto llevarla y ha rechazado, así que no estaba bien insistir.

Al salir del baño, ella seguía acostada, absorta en su celular. Mientras me vestía, charlamos sobre nuestras vidas, compartiendo risas y momentos. Cuando terminé de vestirme, ella se levantó y se vistió rápidamente, y luego me acompañó hasta la puerta del edificio. Al despedirnos, le reiteré mi promesa de regresar pronto. Ella sonrió, me abrió la puerta y me deseó una buena noche. Yo me retiré hacia mi vehículo, mientras ella cerraba la puerta.

Horas después del encuentro, ya acostado y relajado en casa, reflexioné sobre lo ocurrido. Me di cuenta de que, a pesar de haber mantenido una sola posición durante todo el encuentro, la experiencia había sido intensamente apasionada y la había disfrutado mucho. Hacía tiempo que no sentía algo similar con alguien, y eso me hizo sentir satisfecho y contento.

Gracias, amigos, por permitirme expresar mis sentimientos y situación actual. Disculpen si es un poco larga, he aprendido a redactar muchos informes y explicar todo lo sucedido.

Link a la publicacion en BairesGirls

Escorts Capital Federal (CABA) - Escorts Microcentro - bairesgirls