Oli. una concha digna de visitar. Fotos y videos

Hoy fui a visitar a Oli. Quería algo seguro y un Colega confiable comentó que la había pasado bien con ella. Eso me decidió. Oli es una mina delgada, muy delgada. Con tetitas pequeñitas, un culito bien puestito y unas piernas largas bien formadas. Acompaño fotos y videos donde se la puede apreciar y hacer una idea. Si buscan tetas grandes o cuerpo de modelo no es la escort adecuada. Si, como a mi, les gustan las flacas, altas, de tetas chiquitas y pezones chupables no van a salir defraudados. Una cara normal, pelo largo renegrido y lentes que se los quita para coger, lo cual es punto a favor para los que somos fierazos, nos ve borrosos. Llena de tatuajes, uno de Independiente (Lo aclaro por si quiere visitarla algún racinguista fanático. Queda prevenido). Besa bien, la chupa bien – hay video – y coge lindo. Es simpática y le pone onda. Cuento todo esto rápidamente para poder detenerme en lo que me impacto, y me recalentó. Luego de la franela, buena franela acostados, me baje directo a la conchita y comencé con la lamida rigurosa cumpliendo la regla de cortesía: no se debe penetrar en casa ajena sin haber hecho sonar el timbre. A ver si puedo transmitir la imagen. Ella se agarro las piernas, esas piernas larguísimas, y se las puso casi a la altura de las orejas. La concha quedó elevada y muy cómoda para lengüetearla y comerla de todas las formas posibles. Y cada pasaje de lengua la concha se abria mas y mas. Por la posición la lengua entraba y se perdia en la concha. Literalmente la cogia con la lengua lo que me provocaba una sensación erótica muy agradable. Le meti dos dedos para acompañar la tarea de la lengua, y la concha se dilató mas, tres dedos y se dilató mas todavía. Ella gemia suavemente, y movia la pelvis rítmicamente hundiéndose los dedos mas y mas profundamente en una paja genial. Sentia la concha abrirse y cerrarse alrededor de los dedos de una forma tal que me volvia loco. En la calentura desaforada que la situación me provocaba quise meterle un cuarto dedo, pero murmuró que le dolia. Continué esa paja de dedos y lengua hasta que pensé que habia acabado. Despues me confesaria que casi pero no. Yo no aguantaba mas, emperne esa concha maravillosa la que, como si tuviera vida propia, inmediatamente se cerró en un fuerte y cálido abrazó al amigo con un cariño memorable. Terminada la acción una charlita y todavía hubo tiempo para una peteada de postre. La verdad una muy buena experiencia para una escort que no sobresale por el físico pero compensa ampliamente con actitud y habilidad para desatar los ratones. Para repetir.

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