Escort Priscila - Microcentro bairesgirls

Buenas tardes colegas.

Paso a comentar esta experiencia de hace un ratito.
Vengo de hace días con ganas de ponerla y mi jefa “no está de humor”, así que aproveché que me toca trabajar por Micro centro y empiezo a buscar opciones, entre las consultas me contesta Priscila, había leído algunas buenas experiencias y las fotos de esos melones seguían frescas en mi mente. Así que arreglé rápidamente 1 hora al mediodía.
Edificio conocido, cerca de Av Córdoba y Alem. Portero pregunta dónde voy y me dice pasa.
Llego al departamento, prolijo, amplio. Se ve bien. Pero mi vista va enseguida a las tetasas de la dama.
Priscila me recibe con una especie de body, que deja ver la inmensidad de sus tetas, aunque podría estar vestida como monja e igual las vas a ver; la cara lavada, lo cual me gusta para evitar dejar marcas de algún labial o producto similar. Es una linda chica, no haría que me de vuelta a mirarle la cara 2 veces, pero es linda.
Pago, le pido una toalla y paso rápidamente a enjuagarme las partes.

Ahora, paso a la acción, la cual de más está decir que fue mi experiencia, quizás otro colega la sienta de otro modo.

Vuelvo a la habitación y empiezo a besarla, no responde mucho, acepta los besos caricias en todo el cuerpo sin ningún rechazo, pero tampoco avanza. Eso ya me tiró un poco, me gustan las chicas que avanzan, no que domine, pero sí que ofrezca.
Le voy sacando el body mientras sigo dándole besos y cuando libero esos melones me prendo a chuparlos. Son hermosos, grandes, suaves, con la lógica caída que la gravedad manda a tener dado la dimensión. Y sigo chupando y metiendo mi cabeza entre esas tetas. Estuve un rato así mientras ella se quedaba parada sin hacer mucho más que aceptar mis chupones.
Tras un rato me acuesto, empieza a hacerme un pete sin, me gustó, sabe lo que hace. En ese momento la noté en su juego, alternaba cada tanto con un pasaje de tetas por mi palo y volvía a chupar. Cuando noto que no iba a aguantar mucho más la traigo hacia mí para seguir chupándole las tetas y le pido que encapuche, linda concha, estrecha, y estamos un rato mientras la toqueteo y manoseo las tetas hasta acabar.
Limpieza y nos quedamos un rato en la cama, trate de sacarle charla, pero no fue muy fluida. Mientras, se dejó seguir tocando y chupando sin ningún problema, pero ya había cumplido mi objetivo y sin mucha onda del otro lado decidí partir.
En resumen, la experiencia es buena pero no perfecta. Me hubiese gustado un poco más de actitud de su lado. Igual poder tener esas tetas entre las manos y la boca me hacen valer la experiencia.
Supongo que volveré para seguir chupando esas tetas y para ver si logro más confianza.

Gracias por llegar hasta aquí.
Saludos.

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