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Iniciado por PILUNCHO SEX
Querido amigo, nos vamos a llevar en nuestras retinas tan hermoso encuentro. Lo hablamos mil veces, no se si por la edad, por el tiempo de gateo que tenemos ambos que deben sumar dos generaciones, o no se por que otra puta cosa lo del envase ya no nos atrae, tanto como el deseo de ellas de estar con nosotros. Encima debuté con la exquisita cola de Humita. Las dos fueron maravillosas, tanto por actitud como por deseo entregado. Lo de los celos no son tales, Humita me llevó al otro cuarto, hecho que acepté con gusto. Bueno no la hago más larga, punto de confianza para usted por semejante experiencia. Vamos por más y a seguir mostrándonos por las calles de Buenos Aires con señoritas. Total a esta altura.......
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Pilun…, gran amigo
Te voy a contar algo que me pasó el otro día, en tren de ver lo generacional…
Resulta que me levanto para ir a trabajar, tipo seis y media. Una hora antes, había sentido ruidos de personas, probablemente borrachas, con esa indulgencia autoconcedida que da ese estado.
Voy al cuarto de mi hijo, para ver que estuviera todo bien. Abro la puerta y veo cuatro adolescentes de 17/18 años, descalzos, los cuatro con jeans, desnudos de la cintura para arriba. Dos hombres (uno era mi hijo) y dos mujeres.
Estaban apilados, desparramados. Algo así como donde cayó, quedó. Brazos, piernas, cabezas, se acomodaron donde encontraron algo para desmayar…
El cuadro era cristalino, suave y hasta ingenuo. Había en eso, algo común con nosotros la noche de Huma y Pamela, y era simplemente que expresaba algo privado y inimputable, sin otro cuidado que el de disfrutar eso mismo que estaba ocurriendo, sin demasiados cuidados.
Veo que nuestros colegas se sorprenden de nuestra pequeña noche de placer. Pero por “haber andado por ahí con novias”. Y esto no se decide. Esto simplemente ocurre.
En contraste, días antes había abortado un encuentro en privado con otra dama, con cena incluida. Había ocurrido que la dama en cuestión, tenia un cuadro tarifario que haría empalidecer a Abad. Cada actividad tenía precio: garchar, chupar, el orto, bañarse juntos, besar, cenar, pasear, bailar, llevar y traer… hasta el tiempo de viaje estaba acotado. Muy gentil, me aclaró que quería que estuviera claro antes, no solo para abonarlo al inicio, sinó para “no estropear una noche maravillosa”.
Esta dama era bella, atildada y atenta.
Pero a esta altura de la soirée, la batalla a ganar, es ser elegido. Y que esto, salvando elegantemente el tema económico
que siempre tiene que estar es lo que ocurrió aquella noche.
Gracias por elegirme para el convite.
Y a Huma no me la voy a garchar.
Abrazo