Maribella: Muy bonita pero con algunas mañas

Hacía mucho que la tenía agendada pero su ubicación anterior, en el Hotel de las Naciones, me había hecho desistir de visitarla. Sin embargo, me llamaban mucho la atención sus fotos. A priori parecía ser el estilo de mina que me gusta. Cuando me enteré de su cambio de sede decidí contactarla. Ahora se encuentra en el famoso edificio de Bernardo de Irigoyen al xxx. Tampoco es el lugar ideal, pero es mejor que el anterior. Aquellos colegas renuentes a revelar sus datos personales sepan que en la recepción solicitan DNI y te registran.

No fue fácil conocerla. Desde el primer contacto, en diciembre, tuvimos un par de desencuentros. La primera vez, cuando estaba llegando al edificio. me manda un mensaje que estaba atrasada. Según ella un cliente de confianza había pedido quedarse media hora más y no pudo decirle que no. (A mí, por más confianza que tenga la escort me saca cagando si quiero quedarme más tiempo y tiene otra reserva). Excusa muy típica de recepcionista de privado. Me pidió que la espere. Usé el raciocinio en lugar del instinto y le dije que nos veíamos otro día. La segunda vez, un par de horas antes quiso correrme el horario. Me mantuve firme y le dije que no. Al rato me mandó un mensaje volviendo al horario original. En el ínterin ya había arreglado con otra niña y lo dejamos para otra ocasión. Eran señales claras de cómo se maneja. Tal vez debería haberlas interpretado de forma más rigurosa. Tercer y último intento. Esta vez combinamos un horario propicio para ambos y no hubo inconvenientes previos que impidan que se concrete la tan ansiada cita. Llego al edificio y le escribo para que me pase el piso. Es un edificio elegante con un gran lobby, que se hallaba completamente vacío y parecía darle una amplitud aún mayor al espacio, y una recepción para el anuncio obligatorio antes del acceso. El empleado de recepción (por cierto muy amable) parecía perdido en semejante inmensidad, sin otro ser humano a la vista.
Luego del registro obligatorio de datos encaré hacia los ascensores. Ultimo piso. Pasillos angostos. Puertas color madera que no parecen ser muy sólidas, al menos para aislar el ruido. El sonido de diferentes melodías musicales transcendía los límites físicos de los departamentos y se mezclaban en el pasillo provocando un contrapunto un tanto fastidioso al oído. Finalmente encontré el departamento de Maribella y toqué timbre.

Primera impresión. Muy atractiva. Una fémina de alrededor de 25 años. En su publicación anterior se mostraba a cara descubierta, ahora ya no. Sin embargo creo que en persona es más bonita. Tiene una expresión risueña que contrasta con la seriedad de sus fotos anteriores y la hacen más atractiva. Rasgos finos, voz suave y seductora, delgada pero con curvas sutilmente marcadas, cero panza. Con los tacos calculo que supera el 1,75 mts. Sus extensas piernas son un foco de atención para la mirada. Físico algo trabajado, aunque la genética ha hecho prácticamente todo. Delantera recientemente adquirida y una cola muy apetecible aunque vedado el acceso por esa vía. Tenía un conjunto blanco de encaje muy seductor. Sonrisa fácil aunque carácter algo reservado al comienzo. Me abraza, me empieza a desabrochar la camisa y me lleva hasta la cama. Primera señal de alarma “¿Te quedás media hora?”. La miro sorprendido. “No, me quedo una hora”, le digo. “Ayyy…que lástima, no puedo”. “OK, entonces no”. Creo que no esperaba una reacción tan firme. Cuando hice amague de irme empezó con alguna tímida excusa y viendo que no iba a lograr convencerme me dijo que me quede una hora. Sinceramente debería haberme ido. Ahí comprendí los desplantes anteriores, los atrasos. Mi hipótesis es que esta niña reserva cada media hora o cuarenta y cinco minutos y con los clientes que van por primera vez se debe tirar el lance que sólo tomen servicio por media hora. Todos sabemos que para las escorts el arancel de “dos media hora” rinde más que el de una hora. Muchos clientes por la calentura de estar viendo a una chica atractiva aceptan y en el caso contrario ella hace el “esfuerzo” con toda su buena onda, te deja quedarte una hora y seguramente atrasa al cliente que viene atrás.

Después de esta primera señal de alarma, y de la higiene de rigor, ya estábamos ambos listos para comenzar el juego amatorio. Me llevó de la mano a la cama. El aire acondicionado, de esos chiquitos de pared, se encargaba de mantener la habitación en una temperatura ideal que contrastaba con el pesado clima de Buenos Aires. Es dulce Maribella en la previa. Te abraza, te besa todo el tiempo la cara, el cuello el pecho sin embargo los besos en la boca no llegan a ser del todo profundos, algo más que picos, pero parecería que llega a un límite en el que pone un freno y no logra despegar. Hay que ser paciente y trabajar bastante. Al rato me iba a dar cuenta que cuando logra excitarse cambia radicalmente y se entrega, si bien no a pleno, pero en un nivel más aceptable… Quiero hacer un paréntesis en este punto. Entiendo que las veces que me levanto alguna pendeja de veintipico me tengo que arremangar la camisa o agarrar el overol y ponerme a trabajar. Ahora si estoy pagando por un servicio me jode un poco tener que seducirte para que arranques. Soy un tipo atractivo y con buen trato. Eso ya te allana bastante el camino….en fin, vuelvo al relato… Después de una extensa previa con muchos besos, mimos abrazos y masturbaciones mutuas la noté bastante más reactiva. Arrancó con un buen oral. Implementa variantes, hace GP, te la llena de saliva, lame los testículos, te mira directo a los ojos mientras te la chupa. Me excitó mucho como te lame el tronco de la pija. Parece que estuviera degustando un helado. No deja de mirarte mientras te recorre con esa lengua. Volvió a chupar. Más fuerte. Si la dejo seguir le acabo en la boca y no hace el oral HEF. La frené. La acosté en la cama e hicimos otro poco de previa. La noté que estaba mojada. Pusimos protección y arrancamos. Se subió a cabalgar. No es guarra en el servicio es más estilo novia. Se mueve bien arriba. Menea las caderas de una manera sensual mientras te monta. Me ponía las manos en el pecho y domaba mi pija como una jineta en un rodeo. Sin sacarle la pija la acosté boca arriba en misionero y cogimos un rato mientras nos dábamos algunos besos en la boca. Cuando mi excitación estaba llegando al punto de no retorno se ve que ella lo notó y no tuvo piedad. Justo en ese momento me dio el beso más profundo de todo el encuentro y el final fue inexorable. Una abundante descarga de semen llenó el látex. Sentía latir la pija de forma intensa mientras iba desagotando todo el líquido y Maribella me estimulaba con sus caricias. No quedaba mucho tiempo. Escasos diez minutos que utilicé para la higiene final y una breve charla de despedida.

Epílogo: Una mina atractiva. Físicamente nada reprochable. El servicio en si es correcto aunque muy limitado para el arancel que maneja. Besos que no son profundos, sin cola y sin bucal HEF. Ella es una mina agradable en la charla. El problema serio a mi entender es el aspecto organizativo. Bastante despelotada en las reservas y el agregado de que sólo puede media hora es la frutilla del postre. No lo digo como crítica, trato de describir las experiencias de la forma más objetiva posible. Tal vez desde el punto de vista empresarial a ella le sirva esta forma de organizarse. Quizás en este punto de mi vida priorizo una atención más personalizada antes que una belleza carente de otros aspectos. A veces uno compra un servicio limitado presentado en un buen packaging.

TABLITA DE LA EXPERIENCIA

Regalito: xxxx
Barrio: Microcentro
Es Completa: NO
Bucal: SIN
Es Independiente: SI
Besos: Piquitos
Calificacion Gral: 7


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Cara: 8
Lolas: 8
Cola: 9
Cuerpo: 9
Onda: 8
Lugar: 8
Porcentaje photoshop: 10 %
Relojea?: Si
Servicio: 7
Reinicidencia: No

FOTOS DE LA PUBLICACION

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