Luana - Monserrat

Bueno esta experiencia sucedió el martes 15, pero recién ahora puedo redactarla.

Es la segunda vez que estoy con una escort después de bastante tiempo. Pero a ella le tenía ganas desde que leí sus primeras experiencias. En fin, le hablé con unas horas de anticipación, me dijo que estaba libre y me mandé. Me pasa la dirección y me dice que le avise cuando llegue. No conozco la zona porque no soy de capital pero no había mucha gente tipo 5 de la tarde.

Llego al lugar en cuestión y habré esperado unos dos minutos reloj porque ella es la que te baja a abrir. Primera impresión: es muy linda, y joven, tenemos la misma edad casi, aprox 22. Así que yo ya estaba contento. Nos saludamos y vamos caminando al ascensor, charla de protocolo sobre como estábamos o el frío que hacía, etc. El edificio parece ser nuevo, por lo tanto no había mucha gente.

Subimos al piso, entramos al departamento, le pido un vaso con agua porque tenía toda la sed del mundo jaja y me lo ofrece. Paso al baño a higienizarme, me invita a pasar al cuarto (creo que trabaja con otra chica, no me importó mucho) y me pregunta cuánto me voy a quedar. Le digo que una hora, abono el cash y me dice "ponete cómodo" que ya venía. Me desvisto un poco y entra ella con un lindo conjunto. Ya verla con ropa era algo divino, casi sin ropa fue mucho mejor.

Nos acostamos y arrancamos a los besos. Muchos. Yo soy mucho de los besos y en eso ella cumplió bastante. En el cuello, en mi barba, en todos lados, comenzamos muy bien. Bueno y así a los besos fui bajando a hacerle un oral. Estuve un lindo rato ahí. Freno, ella se sienta, me pasa la mano en la frente, me acomoda el pelo y me da un par de besos en el cuello. (Buen momento, sentí algo de química ahí). Vuelvo a subir para más besos y empezamos a coger. Forro y la clásica posición de misionero mientras le respiras al oído. Esto me hizo acordar mucho a mi ex porque cortamos hace muy poco y bue, medio que me desconcentré y me puse a pensar en cualquiera. Una paja pero bueno toda la culpa fue mía asjgnas.

En fin, cambiamos de pose, dejé que lidere ella esta vez desde arriba, cosa que hace bastante bien. Así un buen rato hasta que decidí largar todo. Terminamos, me preguntó si quería otro polvo, le dije que no. Nos quedamos charlando un rato, me dijo que vuelva en otra ocasión. No soy de capital, pero capaz algún día lo haga. Me acompañó a la salida y nos despedimos.

Te lo resumo así nomás: la pasé muy bien y volvería. Más que nada por ella. Es tranqui, linda y coincidimos en edad.

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