Iniciado por injotep
¿Quién eres de dónde es que tú vienes?
¿Qué magia te ha creado?
¿Por qué te he reencontrado?
Tema de amor de Drácula (Musical de Pepe Cibrián Campoy/Angel Mahler)
...recordé inmediatamente esta estrofa de Drácula de Cibrián /Mahler, medio choreada a unos cuantos textos y partituras de óperas clásicas, pero hechas con un estilo inigualable que la eximen del plagio para convertilas en homenaje...
...y las recordé inmediatamente de pisar Juncal, llegando casi a la esquina de Esmeralda, luego de tener mi (¿primer?) encuentro con Aisha...
Me debía este (re) encuentro porque en realidad, pensé que no la conocía....pueden creer?
Infinidad de posts contestados a todos los colegas, comentarios hechos sobre sus cualidades y calidades....y mi comentario de siempre...”debo conocerla”...”debo ser el único boludo que no la conoce”...
Y me decidí.
Intenté llamando varias veces en el último tiempo. Infructuosamente, por supuesto. Aisha es una de las top de nuestra comunidad y es lógico que siempre su teléfono de ocupado. Lo único que lograba, era alimentar más mis ratones por conocerla.
...y claro, me dirán...si no vas a los Afters o a cualquier otra reunión, jamás vas a conocerla...o por lo menos, a reconocerla, como me pasó hoy cuando tuvo que bajar a abrime en el depto de Juncal porque no estaba el portero...ni bien traspuse la puerta me mira y me dice “yo a vos te tengo de algún lado”....
...por supuesto, nos conocíamos de cuando ella trabajaba por ahí cerca, pero del otro lado de la 9 de Julio, por Arenales...(por respeto a los dos, no vamos a decir cuánto hace de esto)
Pero, se dio. Pintó, como dicen los pendejos.
Nos habíamos saludado con un beso en la mejilla y subimos el ascensor con otra persona más, por eso es que los dos pisos sólo fueron para hacer algún ligero comentario sobre el frío que hacía.
Yo había hecho la previa rondando la plaza San Martín, con el mismo frío que vos, sí vos, Carlos Virasoro lo hiciste ayer, fumándote tu último Camel sin filtro...
Recorrí esas callecitas con tu misma nostalgia y el mismo cariño que le tenés vos a la zona, que tantos recuerdos trae y que tan bien lo resume en su propia experiencia de ayer con Aisha...a la que recomiendo que lean...
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Pero volvamos a mi encuentro con Aisha.
Aquí se hace necesaria la pausa para justificar el título de esta experiencia.
Lo pensé antes y después de estar con “la peti”...
Me dije, ¿qué más se puede decir?, ¿qué más hay para agregar? ¿qué data puedo aportar?...
Ahí es donde se me ocurrió citar al gran LeónXXX, cuando nos dice que uno escribe y postea su experiencia para que lo lean, por el mero ejercicio catártico que produce poner en palabras lo que el cuerpo ha vivido.
Y ahí también es donde, disculpa de por medio con el gran Aminobwana, le digo que ahora soy uno más de los que van a recibir un tiro en las rodillas por haberse cogido a su mujer...
Creo que por ese andarivel es por el que va a correr mi relato. Toda la parafernalia sexual que despliega Aisha y que cada uno de nuestros respetados foristas que han estado con ella ya han hecho sentar jurisprudencia. Mi aporte se entremezcla con el de todos ellos y, diría que casi pasa desapercibido.
Aquí va:
Fue un solo polvo. Hubo oral sin, garganta profunda, almejeada y cogida convencional en perrito. Nada más.
(................)
Ahora, durante todo en encuentro (reencuentro, a decir verdad) trasuntó otra cosa, y, ya sé que voy a hacer dormir a algunos...pero no me importa.
Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o, Principessa,
nella tua fredda stanza,
guardi le stelle
che tremano d'amore
e di speranza.
Ma il mio mistero e chiuso in me,
il nome mio nessun saprá!
No, no, sulla tua bocca lo diró
quando la luce splenderá!
“Que nadie duerma, tu también princiesa/en tu fría estancia, mirando las estrellas/que tiemblan de amor y esperanza”
“Mas un misterio se encierra en mí, mi nombre nadie sabrá/No, no! sobre tu boca lo diré, cuando resplandezca la luz! Mi beso deshará el silencio que te hace mía...”
Y sí.
Me asiste Puccini y su Nessun Dorma, de Turandot para esta ocasión.
Me sentí como ese príncipe, cuando caían las estrellas, venciendo al alba...
El recuerdo de Aisha fue redivivo en el primer beso que me dio.
El recuerdo de Aisha fue reflujo cuando la tomé de la cintura y yo la besé, profundamente, con lenguas entrelazándose...
El recuerdo de Aisha me pasó por delante cuando la arrinconé contra la pared, le saqué la musculosa que gritaba por esos pezones que se habían erizado...
Cuando la dí vuelta y le apoyé toda mi piel sobre toda su piel...
Cuando le saqué una mini de jean que tenía sólo dos botones, mínima...
Cuando recorrí con mi lengua ese “Angelito” y llegué hasta su vulva, ya húmeda....
La piel de Aisha se me pegó cuando se dio vuelta y me fregó sus tetas con las mías...
La piel de Aisha se hizo mi piel cuando la tomé por esos cabellos cortos y nos sentimos novios...
La piel de Aisha se pegó a la mía cuando me dijo “quiero cogerte” y yo le dije: “todavía no...
La piel de Aisha se erizó cuando la tiré en la cama, y empecé a saborear su clítoris, a crear sus humedades, a sentir las tenazas de sus piernas (aún con unos zapatos coloridos puestos) y entrelazar sus manos con las mías, cuando las dejaba de tomarme de los pelos para que siguiera provocándole placer...
La piel de Aisha se separó de la mía sólo para que nuestros sexos se fundieran en un 69 rabioso de saliva...
Y nos pegamos...ella tendida boca abajo y yo recorriéndola, y mientras la recorría, me sorprendía pegándole apenas unos chirlos en la cola...
Y nos pegamos...mientras se agarraba con sus uñas del acolchado y yo la besaba de espaldas...
Y pegados, ella levantando la cola y yo alzándome en mis rodillas nos dimos embates de sexo animal...casi neolítico
Así...flotó
Así....flotó mi mano por sobre su mínima historia.
Así....flotó el beso de ella, que se convirtió en mordida, que se convirtió en frenesí...
Así...flotamos
LeonXXX: gracias por la letra que le aportaste a Aisha
Aminobwana: perdón por hacer el amor con tu mujer
Injotep: Creía que había cometido el peor de los pecados (perdón, don Jorge Luis) que no conocía a Aisha. Ahora me doy cuenta que estuvo siempre, flotando dentro mío.
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