Escort Cris - Reincidencia con la tigresa venezolana

La semana pasada andaba con ganas de mimos y luego de un par de XP regulares, decidí ir a lo seguro. Sabía que Cris estaba cerca y que suele ser fácil de contactar, así que le escribí y al rato obtuve su respuesta y pude coordinar para visitarla en su nidito de Rivadavia y Talcahuano.
Como ya se ha comentado en otras xps, el lugar es un hostel antiguo muy bonito, en el que te abren desde arriba, te preguntan a qué habitación vas y no te hacen la más mínima historia. La habitación de Cris es ámplia, el baño cómodo y está todo aceptablemente ordenado. Me gusta que Cris siempre te da jabon y toallón limpio como si estuvieras en un telo. El sommier está en buenas condiciones, pero dependiendo dónde se desarrolle la acción puede saltar un poco y golpear el piso, así que hay que reubicar el combate. Lo único que marcaría como punto en contra es que Cris es fumadora, y para mi que no lo soy, el olor a pucho se percibe y me desagrada un poco.
Yendo a la xp con Cris, me abrió detrás de la puerta en ropa interior y nos chapamos luego de que me reconociera. Me regaló su hermosa sonrisa siempre presente en sus labios y me ofreció pasar al baño a pegarme una ducha. Destaco que la ducha tiene buen caudal y sale agua caliente y fría a gusto del consumidor. Luego del trámite, salí en pelotas del baño y empezamos con los mimos. Cris se me acercó y volvimos a chapar un rato de parados, pero enseguida nos tiramos en la cama para disfrutar de nuestros cuerpos. A diferencia de la vez anterior, que ella llevó las riendas desde el principio, esta vez la noté más a la expectativa de lo que quería proponer yo. Así que primero le pedí unos besos, nos acariciamos y exploramos un poco con las manos, yo le besé el cuello y las lolas divinas de teen que tiene, y ya se empezó a calentar. No tardó mucho en pedirme de comerse mi pija, a lo que no me negué. La dejé hacer lo suyo un rato, cosa que hace muy pero muy bien, regulando ritmo, intensidad y profundidad (le encanta hacer gp). Pero yo sabía que enseguida se venía lo inevitable, que es su tremenda lamida de ogt. Llamarlo black kiss es quedarse corto, muy corto, porque lo que te ofrece Cris no son apenas unos besitos o unas lamiditas con la punta de la lengua, ¡no señor! Cris te lame y te babosea toda la zona en donde no pega el sol, se vuelve loca, realmente lo disfruta y me lo hizo saber, y yo por supuesto que la dejé hacer. Ir a lo de Cris y no disfrutar de su BK es como ir a una parrilla y pedir ensalada. NO DA.
Ahora me tocaba a mi devolver favores, y sabiendo que Cris tiene una conchita riquísima que se moja y moja todo a su alrededor, le pedí que se subiera arriba de mi cara, con la ilusión de que me la llenara de sus riquísimos jugos. Se ve que le gustó mucho la idea, porque disfrutó muchísimo, ponía caras, gemía y pedía más hasta que llegó a su primer orgasmo. Me dejó con las ganas de disfrutar de su squirt en primera fila, pero igualmente se empapó y me pidió por favor que se la pusiera. La verdad que después de tanto juego y tanta calentura no duré mucho y en pocas estocadas terminé dejando mi descendencia en el latex.
Lo que siguió fueron unos minutos de relax a puro beso. Ni me dejó ir al baño. "Quedate acá, no te vayas", me pidió, y para retenerme me alcanzó papel de rollo para que me sacara el forro y me limpiara un poco. Los mimos se fueron haciendo más y más intensos, y los dos nos fuimos calentando. Nuevamente se clavó mi pija en la boca, y yo me deleité con su clítoris y su jugosa concha. Cuando llegó el momento de penetrarla, ella se subió arriba mío porque yo estaba medio cansado, pero el amigo no lograba ponerse firme, así que le propuse que se ponga en cuatro para penetrarla desde atrás. Ella se acomodó estratégicamente para poder vernos en el espejo que tiene cerca del baño, y ahí no solo pude disfrutar de ver su manzanita sino también ver sus caras de placer una vez que el amigo tomó la consistencia adecuada y logré penetrarla fuerte y con bastante velocidad. Así estuvimos un buen rato, y Cris no sólo se lo bancaba, sino que pedía más y más. En un momento ya sentía que estaba cerca, y le pedí que me hiciera acabar con su boca. Se arrodilló frente a mi cual película porno y me pajeó, me succionó y abrió la boquita para mostrarme que quería recibir mi néctar. El final fue una secuencia de paja y golpes de mi pija contra sus mejillas y su lengua (siempre afuera y lista) hasta que llegó el momento de la descarga que terminó inevitablemente donde ella pedía.
El encuentro terminó con mimos, una nueva ducha, algo de charla y la promesa de volver. Destaco que Cris nunca me pidió el regalito, el cual dejé sobre su mesita al retirarme. En todo momento me hizo sentir a gusto y me demostró estar disfrutando de nuestro encuentro. Personalmente valoro cuando el disfrute es mutuo.

Me entusiasmé con el relato y me faltó describirla, así que acá va. Cris es de cuerpo pequeño y armonioso, flaquita, con todo firme, de cola normal y tetas pequeñas. Si no fuera por su cara, que delata sus más de 40 años, pareciera que estás con una piba de veintipico, aunque su experiencia y dedicación es difícil de encontrar en una pendeja (al menos yo no tuve esa suerte todavía).

Espero que puedan conocerla y disfrutarla tanto como lo hice yo. Cuídenla porque se lo merece.

Abrazos y que tengan buenos garches!

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