Zayra ¡sexo total! ND

Fue el martes pasado. Zayra ya me había tentado mucho: sus fotos, sus experiencias, sus intervenciones en el chat. Fue así que la llamé, serían las 11, al mediodía. De entrada me gustó su simpatía al hablar. Me dijo que estaba ocupada a partir de las 15. No me quedaba nucho tiempo, así es que le dije que llegaba a las 13.30. Rápidamente a bañarme y enfilé para el centro.
Perón, al xxxx. Dejo el auto en un estacionamento de la vereda de enfrente y llego puntual. Departamentos, oficinas. Puerta de calle abierta. Segundo ascensor. El número marcado bien grande en la puerta del depto.
La primera impresión fue fantástica. Zayra es recopada. El depto bien puesto, con dos habitaciones, y una cama grande en cada una. Zayra me comentó que había quedado sola, por lo que estaba buscando otra chica para compartir el lugar.
Me besó tiernamente, fui a lavarme las manos, y empezó una vertiginosa secuencia sexual.
Habitación cómoda, cama grande, espejo (grande pero no muy bien ubicado) y mucha luz.
-No te saques la ropa, me dijo. Me gusta desnudarte a mí. Lo fue haciendo, mientras me besaba y tocaba la verga a a través del pantalón. Quedamos desnudos y comenzó la sección besos. Primero le dio un beso a la pija, como bienvenida. Me besó con maestría las tetillas y fue bajando. Yo todavía parado, ella se arrodilló y se tragó la pija. Lo que pasó después es ya confuso para mi, pero se que quedamos en el suelo, besándonos y tocándonos. Que cuando nos dimos cuenta subimos a la cama y realizamos un magnífico 69, siempre sin forro. Mucha saliva, besos mutuos, chupada de huevos, yo le lamía la concha y el culo.
Al rato, tomó el forro, me lo colocó y ¡adentro! Me cabalgó de frente y de espaldas, rodamos luego por la cama, una cogida sensacional.
Como le había dicho que soy docente, la chica, gritaba: ¡Cójame, Profe! ¡No la saque, Profe!
En un momento creí que acababa. Entonces le dije: ¿Sos pajerita?... Entornando los ojos, asintió. Pajeate para mí, le dije.
Y lo hizo. Me recalentaba mal. Ella se retorcía, yo la besaba, le ponía la pija en la boca (me había sacado el forro), le besaba los pezones, todo.
NOTA: La niña no está muy conforme con sus tetas, a mi me regustaron. No son grandes, pero sí naturales y su consistencia es fatal para mí. Además me atrajo su piel y la suavidad de su pelo.
Advertí que se estaba terminando mi tiempo, y yo estaba muy excitado. Quería hacerle el culito, que ya estaba recuperado de una reciente lesión, pero me di cuenta que si metía mi pija en ese delicioso agujerito, que ya había investigado manualmente, la presión del mismo me iba a hacer acabar, y yo quería darle todo en la boca. Dejé el culo para la próxima.
Acostada como estaba se la metí en la boca y la cojí por allí. La hice quedar luego con la cabeza colgando y yo de pie la seguí penetrando por la boca.
Luego me recosté y la dejé hacer. En los siguientes 10 minutos finales demostró su habilidad insuperable para tragar vergas. Chupó y chupó, mientras yo la miraba. A veces ayudaba el movimiento de vaivén de su cabecita. A veces ella se detenía y chupaba las bolas. Volvía a la pija y succionaba, hundiéndose sus mejillas.
Me miró fijamente a los ojos cuando yo comencé descargar la leche dentro de su boca. Después no me acuerdo, sé que me retorcía y creo que hasta gritaba.
Quedamos los dos acostados, abrazados. Ella siempre con su buena onda y su alto voltaje sexual. Había pasado una hora. No sé si tragó o lo éscupió. Los primeros minutos después del polvo quedé out. Ella se quedó al lado mío.
Fue magnífico, y altamente recomendable. La chica me acompañó a la puerta y me despidió con un beso. Para reincidir, claro.