Mile BG - Recoleta bairesgirls

"Nunca me coji una de estas", pensé cuando la ví.
Pelo castaño, lentes, flaca bajita pero no petisa. Más onda pendeja.

La voz potente y atonal, como sin brillo, pero acertiva que tienen algunos porteños.

En WhatsApp, si lo maneja ella, se intuía mas jovial que en persona.
La onda es seca y distante como si fuera a cortarme el pelo o arreglarme el aire acondicionado.

Formitas lindas de mujer, una manos con uñas hechas que no combinan con su aspecto estudiantil y algo informal.

Tenía un combo raro de botas tipo borcegos con tachas y ropa deportiva.

Voy a obviar la parte de los saludos introductorios y el pete porque son obviables.

- Cómo querés? Me dice?
- Ponete boca arriba.

Se lubrica, me lubrica, le pongo una almohada abajo del culo, se abre de gambas y entro.

Todo muy cálido y lindo. Ella pone la cara para un costado y cruza un brazo sobre su torso, debajo de las tetitas, con pezoncitos oscuros sin areolas. Divinas.

Acá me sebé banda, haciendo todas las variantes, las piernas plegadas con las rodillas en mí pecho, las piernas juntas, separadas, dándole de arriba, de abajo, de frente.
Despacito, suave y frenético.

Salvo patita al hombro porque le dolía. Cuando hacíamos estás negociaciones o yo consultaba algo, ella me miraba de frente y hablábamos como si estuvieramos en el Coto. Después volvía a poner la cara al costado con sus quejiditos.

Así estuve hasta que me cansé, le dije de ir cuatro.

Y acá estuve un buen rato hasta que empecé a masturbarla. Esto es algo que me ha dado algunas sorpresas raras.

Creí que no le iba a copar, pero no tuvo drama, es más se acomodó un toque. El clítoris se hinchó y abrió y mientras la clavaba suavemente en cuatro su torso y abdomen se tensaron, al rato empezó a temblar como con escalofríos. Yo no creo en el orgasmo de las escorts pero la sensación fué linda.

Me salgo y ella se sienta y empieza a inspeccionar la sábana ya medio asquerosa de sudor y baba. Se limpia y me paro al lado de la cama.

- Me pongo en cuatro?
- Dale, así acabo.
- Si, quedan diez minutos.
(Consejo a las chicas, si están con alguien que le gusta cojer, no le tiren un límite de tiempo, porque no va a usarlo para charlar)

Ok, le dije.
Y fueron unos diez minutos fenomenales.
Creo que me pasé un poco incluso.

Me duché, no sé qué le dije y me fuí.

Ah, me cobró de entrada y el tiempo que no la estuve cojiendo, que fue muy poco, estuvo con el teléfono, o en el baño. Aunque algo hable más que nada por cortesía mía. La próxima vez puedo ir a los bifes y ahorrarme lo social.

Es de la escuela de las pibas de Junín, a la vuelta, frente al cementerio. Donde ella también estuvo.

Para los amantes del Excel voy a incorporar este formato que usan algunos:

Pros:
Es pendeja, el cuerpo es lindo, maniobrable, y flexible, aunque nunca relajó la espalda, o la cintura. Me calentó bastante.

Si bien no es proactiva, se deja hacer, se banca, y comunica lo relacionado a la faena.
Aunque es seca, no tuve "peros" y accedió a mis pedidos. Tampoco nada del otro mundo.

De hecho, me quedé con la sensación de que no hablamos y ahora recuerdo que me contó varias cosas.

El departamento es uno de los mejores que estuve últimamente.
La ubicación es piola también.

Contras:
Está muy en plan "laburo".
Parece parca.
El que busque fantasía, besos, romance, me parece que va mal.

Conclusión:
Para los que conocen mis gustos, mis usos y costumbres verán que fué una experiencia normal. Porque me gustó el cuerpito y nunca me había cojido una de esas.

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