Pita, la mejor experiencia de mi vida

Colegas, espero sepan disculpar mi falta de objetividad al redactar, pero tuve una experiencia tan placentera que me es imposible ser centrado.

Los hechos: le tenía muchas ganas a esta niña desde hace rato, pero nunca se me daba la oportunidad por dos motivos: los horarios de trabajo y el hecho de vivir en La Plata -soy de allá-. El viernes llamo por tercera vez y pregunto por Pita, y me dicen que se quedaba hasta las 20.

Llegué sobre la hora y me dijeron que estaba ocupada... me agarró un terror de novela porque venía con las hormonas súper revolucionadas; encima venía de un par de experiencias frustrantes y necesitaba descargar todo. Cuando veo que sale una chica envuelta en una toalla y pregunta quién quería pasar con ella, se me paró todo.

Yo esperaba ser engañado por el Photoshop una vez más, pero por suerte no tuve razón: una chica realmente hermosa -son gustos personales, pero acá no caben dudas de la belleza de esta chica- con un cuerpo casi perfecto, espectacular -los más grandes recuerden a las secretarias de Sofovich o más acá, a las bailarinas de Tinelli-.

Muy amable, muy dulce, me invita a pasar a la habitación, que estaba en un pasillo casi al fondo -en la punta está el baño-. Nerviosísimo, pero con ansias, entré. Hacía añares que no me pasaba esto. Estaba temblando pero no de miedo, sino de ganas y de ansiedad de comerme semejante postre.

Describo: De cara, hermosa. Piel, suavecita. Labios, hermosos, carnosos, ideales para un perfecto pete -le pedí que se los pintara -. Pechos grandes y redondos. Cintura chiquita. Piernas hermosas. Cola espectacular. Piel suave. Aroma delicado. Y encima la chica tiene la mejor onda. Sí, todo eso en una sola MUJER.

Empezó ella con unos piquitos que derretirían la Antártida, mientras me abrazaba y me ronroneaba como una gatita en celo. Se imaginarán cómo estaba... durísimo, como rulo de estatua. Después de calentarme a besos y dejarme que recorriera esa piel hermosa, la cinturita y esa cola tan redonda, procedió a realizarme el pete. Ay, señores... qué maravilloso pete con esos labios carnosos bien pintados de rosa... casi exploto ahí mismo, pero me contuve.

Después se sentó de espaldas a mí, mostrándome su cola redonda y deseable, moviéndola con gracia y sensualidad mientras me decía "Mirá cómo se mueve esto...". Después, de frente, mientras volvía a chuparle esos pechos riquísimos, que a esa altura ya había chupado mucho antes y estaban húmedos, tibios, duritos y los pezones realmente muy ricos

Me cabalgó un ratito y después se puso en cuatro, arqueando el cuerpo para que pudiera ver esa hermosa cola redonda, la cual besé muchísimo antes de penetrar en su vagina húmeda y estrechita. Le di un poco en esa posición mientras ella gemía y me hacía comentarios como para calentarme -estaba lográndolo, creánme-.

En eso, se me ocurre preguntarle por su colita y me dijo que cobraba un adicional de $ 50, monto que aboné ansioso y -después del lubricante de rutina-, le di una, dos veces hasta que ella misma terminó cuando dijo "A ver cómo me das la lechita..." y ahí duré menos que chupetín en la puerta del colegio. Fin de la historia y aún no entendía lo bien que lo había pasado.

Me volví rumbo a mi La Plata natal con una euforia parecida a la que se siente cuando tu equipo gana un campeonato de fútbol. Espectacular, imperdible, inolvidable...

TABLITA:

Cara: 8
Cola: 9
Onda:10
% Photoshop: 0 %
Servicio: 10
Besos: Piquitos que calientan mucho
Lolas: 9
Cuerpo: 10
Lugar: 8
Relojea: No
Reincidencia : ¿Hace falta que diga ¡¡¡SÍ!!!?
Puntaje general: 10