¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Jorge III
[XP] Paulita de negro...y yo rendido a sus pies
22-May-2006, 09:14
Ante todo y para quién quiera conocerla...
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Lo urgente, las ocupaciones, los compromisos. Lo cierto es que pasó más tiempo del que yo hubiera deseado para reencontrarme con ella. Esa distancia y ese tiempo no hicieron más que alimentar mi deseo. La soñé entre los velos de su danza y recordaba cada rincón de su cuerpo, intensamente explorado. Cuando la tuve frente de mí, quise primero contemplarla. Estaba vestida de negro, integramente de negro...tal como la había soñado. Me dije que no podía ser, pensé que aún soñaba. Su beso devorador y húmedo me indicó que el sueño había terminado, o mejor aún, que el sueño, abría otras puertas. Estábamos allí, frente a frente. Nos besamos largamente y con desesperación. Sus manos y las mías viajaban incesantes, los cuerpos se dejaban explorar. Aún vestidos, me empujó sobre la cama. Me desnudó con furia, y yo hice lo propio. Recuerdo su mirada desafiante, la sed feroz de su rostro. Se paró sobre la cama apoyando los brazos sobre la pared, exhibiendo ante mis ojos la magnífica figura de su cuerpo. Seguí sus pasos y viaje por su espalda, mi lengua recorrió todos sus surcos, mis dedos apenas separaron la fina tirita de su tanga y recorrieron alternadamente su sexo y se hundían entre sus bellos y firmes glúteos. Húmeda, presa de una terrible excitación (la misma que yo sentía...) me pidió que la penetrara "¡Cojeme!" dijo, ordenó, suplicó...Entonces, la senté sobre una camilla lateral a la cama y la penetré una y otra vez, mientras mordía sus pechos, mientras nuestras bocas seguían buscándose con furia interminable. Después, volvimos a la cama y ella me cabalgó, y luego me quiso sobre ella, quiso sentir el peso demoledor de un hombre en llamas. Su cuerpo se apretaba al mío, un calor líquido nos quemaba. Nos decíamos las palabras mas dulces y más bestiales, nos prometíamos más y más. En mis oídos resuenan sus gemidos que se hicieron gritos y explosión convulsiva, música de deseo y pasión. El tiempo ya no importaba. En los brazos de Paulita, el tiempo es solo ese tiempo. El tiempo es fuego. Y no importa que se acabe. Porque el fuego que ella despierta, en realidad nunca se apaga.
Basta uno solo de estos recuerdos, para avivarlo. Paulita es ese sueño que todos quieren soñar. Un sueño que se cumple, inexorablemente, al calor de su entrega frenética y salvaje.
Princesa Oriental, aquí estoy. Aquí estás. Que el tiempo se siga incendiando en tu cuerpo.
Su gift $150 la hora. Afortunadamente, a partir de este lunes se muda a una mítica calle del placer, Paraguay, entre Suipacha y C.Pellegrini, porque en el actual edificio (calle Tucumán e/Maipu y Esmeralda) había un portero doberman al que se le comenzó a ocurrir pedir el documento a quienes ingresaban al edificio...circunstancia que ella, como una verdadera Princesa me allanó de inmediato, por lo cual el señor se quedó con las ganas de ver cómo salí en la foto de mi DNI. Pero eso ya fue...ahora quien quiera ir, puede hacerlo con total tranquilidad...
Ya saben que por MP estoy a disposición de quién quiera para ampliar data.
¿Reincidencia? SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!! !!!
Estoy rendido a los pies de esta Princesa Oriental.....