[XP] Ailin.....un encuentro demorado

Quien puede luchar contra el destino?
El porvenir de todo hombre está escrito, y el universo ,la divinidad o quizás el mismo Luzbel en persona, van dejando pequeñas señales para que lo percibamos, algo así como si se tratara de las migajas de pan que dejaran los incautos Hansel y Gretel sin sospechar que las aves son más proclives a saciar el apetito, que a respetar las señales cósmicas.
Por más que nos empecinemos en querer torcerlo, el destino que es un hábil tahúr, nos muestra una y otra vez las cartas, para que nosotros con ingenuidad creamos que tenemos una mano ganadora.
Pues bien, mi destino era desde hace tiempo tener un encuentro con Ailin, aunque yo lo rehusara una y otra vez.
La primera carta que me mostro el taimado tallador fue un día en que la encontré casi por casualidad (y digo “casi” porque, para los que como yo creemos en el poder insoslayable del destino ,las casualidades no existen).
Ella estaba vestida con ropa de calle, presta a iniciar una sesión fotográfica, yo me había llegado hasta allí para comprar una entrada a una fiesta que luego sería memorable.
El recuerdo que me ha quedado de ese encuentro primero, era el de una mujer totalmente desconocida para mi, que me impacto con su exótica belleza.
Dias después ,luego de una extenuante sesión de sexo con la hoy retirada Claudiasex , a mi pedido me fue presentada Ailin . Yo la había visto en fotos pero ignoraba como era en persona…Imaginen mi sorpresa cuando me encontré con aquella muchacha que iba a ser fotografiada días atrás.Otra jugada maestra del destino.
Luego nos encontramos en varias fiestas y yo, tonto por pretender engañar al destino, fui demorando el encuentro, pero al final, como de costumbre en mi vida, sucumbí en las redes tejidas por algún dios lúdico.

Ayer el destino dictamino que yo debía encontrarme finalmente con Ailin, una infinidad de situaciones así lo propiciaron y yo a estas alturas acate mansamente.
Pero el destino suele jactarse de nuestras convicciones y como castigándome por haberme comportado tan díscolamente, puso algunas piedras en el camino.
A modo de ejemplo diré que al llamar para reconfirmar la recepcionista me informa que la zona sufría un corte de luz.
Como yo estaba determinado a cumplir las directrices prefijadas, resolví no posponer la cita y cumplir de una vez por todas con la misión encomendada.
La recepcionista me espero en la puerta y me condujo a una habitación que no era desconocida para mí. Mientras recordaba los momentos allí vividos se abrió la puerta y apareció ella:


[Solo miembros ven links]


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La sorpresa se dibujo en su rostro y una sonrisa iluminó la habitación otrora a oscuras.
Voló ,mas que corrió a mi encuentro y me dió un abrazo que se me antojó el de una novia al soldado que vuelve de la guerra.
Tras una breve charla, Ailin comenzó a prodigarme una serie de caricias y besos que de a poco pusieron en marcha a la “ máquina mecánica” .
Sin prisas nuestros labios concretaron el ansiado beso que nos debíamos como una rúbrica tardía a las promesas por mi adeudadas.
Mi boca busco sus pechos, mi lengua sus pezones, mientras nuestros cuerpos empezaron a sudar y mi mente a abandonar la órbita terrestre.
Comencé a probar su clítoris como quien bebe de un preciado néctar, mientras ella gemía y yo me sentía el más poderoso de los mortales.
Luego de un largo rato, me despoje de el inoportuno bóxer que a esta altura corría serio riesgo de combustión espontanea y me dispuse a disfrutar de la dulce boca de la ninfa.
La batalla fue larga y dura. Ailin movía su cuerpo como un flexible junco, como se mueve el velamen de una embarcación con el azote de los vientos, hasta que este viejo filibustero tomo el timón y acometió con la quilla presto al abordaje. Nuestros cuerpos se unieron en profana comunión y el cosmos de esta manera, vio concretado su plan primigenio.
Luego de que los contrincantes tomaran un merecido descanso se reanudó nuevamente el combate y no importó el aviso de la hora que finalizaba, ni el calor agobiante.
Lo mejor siempre debe dejarse para el final, hacía tiempo que el placer de practicar una penetración anal me era negado y ella cumplió esa fantasía de una manera que acelero mi ritmo cardiaco a limites inusitados, para eyacular finalmente ,disfrutando de la húmeda lengua de la damisela.

Al comienzo del relato dije que el destino nos suele engañar y nos hace creer que nuestras cartas nos permitirán ganar el juego, cuando en realidad
las cartas estan marcadas y las manos ya fueron predeterminadas con exactitud.
Pues bien, esta vez el viejo tahur fue condescendiente conmigo porque la partida la gano un servidor .
Ignoro que me deparara el futuro, en algún momento me será dado orejear los naipes, pero seguramente este no será el último encuentro con Ailin.
Después de todo solo somos juguetes de la fortuna.


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Lovehunter te arregle el link y te lo agrego en la mascara de datos - Chapulino