¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a j_s_a
[XP] [XP] Andrea, Ady, las dos... y un servidor.
18-Jan-2008, 08:06
En otro hilo de mensajes del Foro Gato_nqn se preguntaba:
Cita:
Andrea... Ady... ¿o las dos?
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Y yo le respondí, con conocimiento de causa, que no lo dudase: ¡¡LAS DOS!!
Quedé además con el compromiso de contar la xp.
Bueno, como lo prometido es deuda, aquí va:
EL DÚO MÁS MENTAO Y UN SERVIDOR, EL TAURA MENOS ESPERAO (TRIO DE TRES)
I Mp va, Mp viene
Fue por los días del regreso de Ady al (ahora ex) Templo Hot. Intercambio de mensajes de saludos, algunos por Foro; luego la continuación por Mp con ambas niñas del lugar... luego continué con el trabajo, aunque no por mucho tiempo, como verán.
Estaba en casa/office llevando y trayendo algunos papeles y así, con la página del Foro abierta y la puerta de la oficina cerrada (siendo en casa, ustedes comprenderán) y de repente cae el famoso cartelito:
Cita:
Tenés un nuevo mensaje privado
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Sin soltar nada de lo que llevaba en las manos, voy a mi casilla y allí encuentro el "dardo fatal" que me enviaba Andrea:
Cita:
¿Querés venir y hacemos un trío?
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Fue leerlo y apoyar todo lo que llevaba... en el piso. Volando minimicé la ventana, porque vi acercarse al "Control Policial"
para averiguar qué había sido ese barullo (Ah sí, me olvidaba: además de los papeles solte una exclamación entre sorpresa y gozo que no podía menos que despertar sospechas, o al menos extrañeza)
.
Ni bien pude respondí al mensaje: era algo muy tentador (¡Me ofrecían mi primer trío!). Casi de inmediato arreglé, siempre por mp: dos horas tranqui para el día siguiente. Luego tuve que posponer la cita un par de días, por esas mismas "sospechas" que se suscitaron en el "Control Policial"... Afortunadamente las chicas comprendieron y no hubo problema en reprogramar la visita.
Ese par de días el CP me preguntaba por qué tenía esa cara "taan" sonriente.
Cita:
Por vos, querida, por vos. Ese vestido te queda de 10...
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(Si no se lo creía, al menos se quedaba más o menos "en el molde").
II El día
Llegado el día del encuentro, mientras iba en viaje hacia el lugar (una hora más o menos), llamé para confirmar que estuviese todo ok. Me atiende Ady y me dice con esa tonadita que puede ser perjudicial para la salud:
Cita:
Sí, todo bien, aquí estamos, esperándote...
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El camino que me restaba hasta la parada del bondi creo que nunca lo hice tan rápido. Lástima que el chofer no sintiera lo mismo (capaz que si se lo contaba aceleraba, pero no sé si hubiera querido un "cuarteto").
Llego finalmente a Uruguay 1XX, unos minutos antes de la hora. Llamo y me abre Andrea, en ropa de calle. Nos saludamos como de toda la vida. Pasamos a la habitación del fondo (que ahora, con el "cambio de firma" se llama
Salón Champagne ) y mientras charlamos a poco se suma Ady, ya "vestida" (es un decir) para la ocasión y toma el relevo de Andrea en la conversación para que ésta se pueda cambiar.
Ady estaba con un conjuntito de ropa interior celeste que resaltaba su figura
. A pesar de que, según me dijo, en sus vacaciones había estado tomando sol, su piel sigue siendo básicamente blanca (es de las que se broncean poco). Aprovecho para pasar yo también para la higiene de rigor (si bien estaba bañadito y peinadito, nunca está de más).
Llega enseguida Andrea con uno de sus clásicos conjuntos flúo
y casi enseguida la charla se apaga para dar comienzo a la acción.
III Primer Round
(Aclaro desde ya que se trató, en esta oportunidad, de un trío sin lesbianismo. Para ésta, mi primera experiencia en el tema, preferí no tener "tantas emociones juntas"... -Para la segunda, bueno...-)
Besos, caricias, mimos a ambas. Una se pone delante de mí y la otra a mis espaldas. Me aprietan entre sus cuerpos (me encantó ser el fiambre del sandwich), moviéndose lenta y sensualmente. Las mutuas caricias suben de tono y bajan de ubicación, tocando, primero como al descuido y después sin ningún cuidado, las zonas salientes de los tres cuerpos. La ropa va volando de su ubicación habitual, para ir dejando paso a nuestra ropa más antigua: la piel. Yo rotaba en medio de las dos beldades, ya frente a Andrea, ya frente a Ady, deleitándome con el espectáculo de esos dos cuerpos cada vez más cerca de su estado original.
Finalmente ninguno de los tres tenía más ropa. Sólo las chicas conservaron unos minutos aún sus zapatos (el emblemático taco alto), para luego quitárselos también.
Andrea se agacha llegando hasta mi miembro -que obviamente ya estaba "al palo"- y comienza a petear como sólo unas pocas lo saben hacer. Casi enseguida Ady se coloca a su lado y empiezan a petearme a dos lenguas, una la cabeza, la otra el tronco; una el tronco, la otra los gemelos. Una boca y la otra visitadas por mi amigo. Varias veces; hondo, muy hondo... Mis manos acarician esos cuerpos, esas cabezas, esos senos, no grandes, del tamaño justo para jugar con una mano. Mis dedos aprietan esos pezones ya erectos, magníficos. De vez en cuando, al hacer una pausa las chicas en el oral, mi boca va hacia los pezones, a uno de Ady, a uno de Andrea. Mordisqueo, lamo, beso. Suspiros, respiración que se torna profunda, suaves gemidos.
Otra vez en pie las chicas y nuevos besos a tres bocas.
Ahora saludo sus tesoros inferiores, en esta primera vuelta, especialmente a Andrea; en la segunda lo haría con Ady. Un buen rato sintiendo el sabor de esa vulva, de ese clítoris, de su precioso líquido. Mi bigote y mi barba de algunos días (menos mal que a último momento decidí no afeitarme "todavía") raspa la zona dilecta. Exclamación de Andrea:
¡Para qué! De mi lengua a mi pera, todo pasaba por allí, frenéticamente. Mi cara era un falo ardiente, que sólo buscaba placer y complacer y que no sabía de límites...
Mientras tanto, y para no dejarla fuera -lo que hubiera sido muy injusto- mis manos iban y venían por el tesorito de Ady. Una mano abría los labios inferiores y acariciaba su clít mientras que uno y luego dos dedos de la otra iban entrando en su terreno, que también estaba muy mojado por cierto. Ady gemía también, en voz baja -en relación es más calladita que Andrea-, pero mientras nos miraba participaba de nuestra acción.
(Ahora que lo pienso, no sabía que tenía tales posibilidades de torsión en mi cuerpo...)
Creo que para las chicas, el nuevo pete fue en cierto modo un momento de descanso. Mientras me ponía nuevamente de pie, Andrea se abalanzó hacia mi pene, chupándolo con frenesí. Ady vino enseguida a pelearse por "la propiedad". Yo sabía que el estallido no tardaría.
Cita:
Andrea: -¡Sí, dame tu lechita!
Yo (a Ady): -¿La querés?
Ady: -Sí, yo también la quiero.
Yo: -¡Vengan aquí las dos!
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Doy un paso atrás y mientras ambas lenguas tocaban mi glande, yo con dos pequeñísimas sacudidas de mi mano ya estaba en situación de no-retorno. El borbotón estaba
ALLÍ.
¡Y qué maravilloso llenar esas dos ávidas bocas con mi semen! Todavía sobró para que cayera un poco sobre una de las piernas de Andrea (nos reímos los tres).
IV Intermedio y Segundo Round
Luego de las respectivas higienes volvemos a la cama, ahora acostados yo en medio y abrazando a las chicas, mientras hablamos de diversos asuntos, continuando la conversación del comienzo y siguiendo el hilo de charlas de días anteriores con una y otra. Contamos cada uno alguna cosa, Andrea más extrovertida, Ady más tímida (ustedes saben, es tímida sólo para hablar). Así, burla-burlando, el amigo se acurruca a una, a otra, y sale de su letargo.
(Si todavía están leyendo esta novela habrán observado que en el "Primer Round" no mencioné penetración. En efecto, no la hubo en ese momento, quedó para el segundo).
Un poco de pete compartido y algunas caricias mías y ya estamos prontos para la
próxima tirada. Ady sale un momento y tomo a Andrea por los hombros, poniéndola de espaldas a mí. Comienzo a besar su espalda, bajando hasta sus nalgas, desde donde empiezo a acariciar, lamer y besar su zona trasera. Un dedo travieso juguetea en su ano, mientras lamo en derredor.
Andrea toma un poco de crema de ordeñe (lo usa habitualmente en lugar de gel) pone frente a mi vista su majestuoso culo, ¡abierto todo para mí! Si no hubiera sido porque me había propuesto penetrar a ambas, creo que acababa allí mismo sin siquiera entrar.
Afortunadamente me repongo y entro
todo de una en ese lugar de placer inacabable. ¡Qué bombeos, qué nalgadas, qué choques de mi pelvis contra esos cachetes! ¡Y qué gritos!...
De repente levanto la vista y la veo a Ady riendo por la masa que estaba dando a su compañera y maestra:
Cita:
¡No vas a dejar nada para mí
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Casi iba a ser cierto, por lo que aminoro de a poco el ritmo y la intensidad de mi bombeo, que iba acompañado de una masturbada a dos manos -una de cada uno- en el clítoris y vulva de Andrea.
Cuando finalmente la dejo, estaba un poco cansado el cuerpo, pero no mi amigo, enhiesto todo el tiempo. Para tomarme un relativo respiro le pido a Ady que se suba sobre mí y me haga una cabal-gatita (Mientras tanto Andrea sale para higienizarse, y tal vez para descansar ella también
. Así lo hace y, regulando el ritmo, vamos alternando rápido con lento, fuerte con suave. Mientras tanto juego con sus jóvenes pechos, apretándolos, besándolos, mordisqueando sus pezones...
(Debo decir que estaba asombrado de no haber acabado todavía. Ahí aprendí que la voluntad todo lo puede)
Luego cambiamos al clásico misionero y poco después, patitas al hombro y manito en cosita... Me faltó perrito esta vuelta, pero sé que hubiera sido para acabar...
Vuelve Andrea y se coloca a mi espalda. El calor de su cuerpo me excita aún más y bombeo más y más fuerte sobre Ady, al punto de casi acabar allí mismo.
Entonces salgo de ella. Nuevamente las dos de rodillas ante mí, con sus bocas abiertas mientras me saco el preservativo. Y otra vez los besos a dos lenguas para mi pene, ya en estado de ebullición y con un largo grito mío, exploto nuevamente entre las bocas de las niñas, llenándolas nuevamente con mi miel.
V Final
Ganas para un tercer round no me faltaban, pero ya se estaba acabando el tiempo. De las dos horas pactadas había pasado una hora cuarenta larga, por lo que preferí dejarlo allí. Luego de la higiene de ambas muchachas pasé yo a bañarme. 8)
El baño, ya saben, con todo lo qe hace falta, más toallón y set personal de jabón, champú, enjuague y peine, más desodorantes, colonias ¡y hasta dentífrico!; algo que, insisto lo que comenté en otras xp sobre este lugar, no suele estar en deptos. de féminas más costosas
, que harían bien en imitar la política del ex Templo Hot -hoy Divas Club-.
Luego del baño, mientras me cambiaba, Andrea me iba alcanzando la ropa y pertenencias, mientras se oía la voz de Ady atendiendo el teléfono. Un minuto más de charla y la despedida. Andrea, nuevamente vestida de "civil", me acompañó hasta la puerta y me despidió con un hermoso beso.
Mientras caminaba por la calle Uruguay hacia el centro, repasaba lo vivido en esas dos horas, la pasión de Andrea, la dulzura de Ady, la tormenta de las dos juntas...
Y de repente:
Cita:
-¿Por qué estás taaan sonriente?
-¡Por vos, querida, por vos...!
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No. No estaba ahí el "Control Policial". Era el celular que chillaba.
Cita:
-¿Por dónde andás, querido?
-Acá, en la calle. Salí un ratito para ver si llueve...
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-.-
Saludos a todos y gracias por el aguante.