[XP] No todo es lo que parece

Buenas:
La historia comenzó ayer sábado con un par de llamados telefónicos como para confirmar la cuestión. Hablé con Yamila, quien me recomendó a su compañera Marcinha (y a ella estaba buscando), especialmente por su bucal “sin camisinha” y otros menesteres no menos excitantes.
Me dirigí hacia el reducto de Arenales y Bulnes a la hora convenida, pero ¡oh sorpresa!, que volviera en una hora; qué raro (dije) porque me dijeron que Marcinha… “Ah… Marcinha”, dijo la amable recepcionista. “Andáte acá a 4 cuadras –Aráoz al xxxx- que ya va para allá”.
A pesar de los contratiempos iniciales me dirigí hacia allí. Estaba envalentonado por el quinto triunfo consecutivo de Racing y además porque tenía unos manguitos extras. Y a Vero no pude ubicarla y quería conocer a alguien nueva.
El departamento de Aráoz no es gran cosa, la “habitación” está separada por una cortina y hay ventilador de techo. Debo reconocer que hasta el momento, las sensaciones distaban de ser óptimas, pero bastó ver el cuerpazo de Marcinha y su simpatía para que, contrastando con un servidor, recordara inmediatamente el partido Brasil – Argentina de xxxx. Brasil, un equipazo; Argentina, un desastre y con varios lesionados. Pero pensé en la genialidad del Diego y el toque de Caniggia para el 1 a 0 y me dije “¿por qué no?”.
Muy simple: porque no.
Marcinha es muy simpática, agradable y está bárbara.
Pero o no hablé con Yamila o mintió.
Fue una tremenda decepción y que conste que no hay nada personal en el relato; es más, salimos juntos con Marcinha charlando amigablemente a pesar de mi decepción.
No sólo el bucal no es “sin camisinha” (y además nada del otro mundo), sino que el servicio tampoco es completo, los besos son apenas picos y la verdad que para finalizar tuve que acordarme de algunas otras bondades vecinas como Sonia Braga, Xuxa (la ex de Pelé), “Ronaldinha”, y hasta una vecina de mi adolescencia que sabía lo que era complacer.
Lamento tener que escribir esto, pero quería alertarles que no crean en nada de lo que les digan telefónicamente en ese privado.
Lo que sí lamento es haber gastado lo que se me pidió por el servicio ($ 80) y, amén de reiterar “perdonáme”, no hubo la menor intención de reintegrar un solo mango (cosa que además no hubiera aceptado, pero hablo de la intención).
O sea… Brasil no reflejó en la cancha la valía de sus jugadores.
Y Argentina, que puso todo para ganar, se retiró con las manos vacías.
Una pena.
M.
PD: Espero que los demás que asistan tengan otra suerte a la mía. La piba parece gaucha, pero el servicio prometido no tiene nada que ver con lo ofrecido.
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