Tanto andar por la cornisa, encontré a Kendra y caí

Martes 31 de enero, 15:30 hs

En mis vacaciones por la CABA, Kendra era un punto turístico de visita obligada. Si no la visitaba, era como ir a París y no ir a conocer la Torre Eiffel.
El miércoles al mediodía, la veo en línea por whatsapp y terminamos arreglando. Dijo que el departamento estaba en el segundo cuerpo del edificio, cuando me abrió la puerta principal, por ése dato, me fui hasta el fondo de todo y subí un piso por escalera. Por las letras del alfabeto que encontré, me dí cuenta que me pasé, y había subido por la escalera incorrecta, que tenía que regresar y subir por la segunda escalera. A varios les pasa, me dijo Kendra después.
Creo innecesario detenerme para describir a Kendra. Ocuparía demasiadas líneas de ésta experiencia en alabar su belleza. Sin el maquillaje de las fotos de su publicación, para mi gusto, está todavía mejor.
Haciéndola corta, pasamos a la habitación. Tiene un juego de luces, tipo boliche, equipo de música, un placard enfrente de la cama. Luz de mediana intensidad, que no llega a ser tenue. El gusto mío es casi luz solar aunque a la mayoría de las chicas que conocí nos les guste.
Me ofreció agua o gaseosa, también de pasar al baño. Acepté agua y darme una ducha. Entonces me trajo un toallón y un jabón chico sellado en su envoltorio.
Vuelvo del baño que está saliendo de la habitación a la izquierda y espero que Kendra vuelva. Mucho no la esperé, enseguida vino.
Yo en bolas y ella vestida. Empieza la acción.
Empezó haciéndome un bucal, práctica que no me erotiza, pero la dejé hacer un rato. Mientras le acariciaba la cola, y cada tanto la sacaba de su tarea bucal para besarla.
Como el acto sexual es de a dos. No quería permanecer tan pasivo. También le quería dar placer. Se desvistió completamente y nos hicimos sexo oral mutuo.
Me calienta más hacerlo a que me lo hagan, así que salimos del 69 y empecé a saborearla y darle placer.
Termino mi oral, creo que le gustó. Subí a darle más besos.
Me preguntó si ya la quería poseer, y le contesté que prefería seguir jugando.
Si mal no recuerdo, creo que quiso volver a hacerme un bucal, y ahí la anoticié que eso no me excita.
Como durante la posición 69 acarició con su dedo mi ano, y no hubo reacción negativa de mi parte, mi culo no le esquiva a la jeringa. Supongo que por eso, me preguntó si podía usar su arnés conmigo. Y asentí. Vamos a ver cómo es y qué se siente, me dije.
Suponía que lo iba a ir a buscar a otra habitación, pero lo tenía ahí nomás en el placard.
Se lo pone, la veo y le pregunto si no tenía uno de menos tamaño, y me respondió que ése era el más chico, y me mostró los otros que eran más gruesos. Podía haber desistido, pero bueno, ya estaba en el baile y había que bailar.
Ella ya ajustado todo el mecanismo volvió a la cama, y en vez de darle la espalda o ponerme en cuatro, elegí quedarme acostado boca arriba, y en una cuasi posición de yoga, abrir las piernas y levantar mi cola.
Ella para ayudarme, primero puso un almohadón para apoyar la cola y no hacer tanto esfuerzo. Después me besó el ano, luego me colocó un poco de gel lubricante, e inmediatamente después su aparatito, que para más datos, es vibratorio.
Kendra empezó suave, pero al rato ya empezó a darme fuerte y profundo. Le pedí un poco más de dulzura porque me dolía un poco.
Al rato le pido que me alcance mi mochila, y me pongo mis aprieta tetillas para sentir placer con el dolor.
Me vuelve a penetrar en la misma posición. Yo aparte del almohadón, alzando la cola un poco más.
Ya no siento el dolor de la primera penetración. Siento su aparatito entrar y salir, haciendo vibrar mi asterisco y mi interior, sus movimientos se hicieron cada vez más fuertes y profundos.
Pero ésta vez lo toleraba.
Mis patitas fueron subiendo y se colocaron sobre el hombro de Kendra. En ésa posición alcancé el placer.
Ahora voy a explicar qué es lo que me llevó al clímax. Lo que sentía dentro mío, el mete y saca del aparatito vibrador, no fue. Casi que me fue indiferente (salvo por el dolor inicial, que no me erotizó), como que me practiquen sexo oral.
Lo que me llevó a la cima del placer, fue verle la cara que ponía Kendra cuando me hacía el culo. Me calentó verla que se copaba con lo que me estaba haciendo, su cara de goce y satisfacción, alguna sonrisa malvada. Eso es lo que me hizo acabar. La tenía de frente, nos cruzábamos miradas y veía todos sus gestos.
Creo que sí me ponía de espalda o en cuatro, al rato hubiera desistido, y le proponía volver a lo convencional. El placer anal de un buen masaje de próstata, con el aparatito no lo encontré.
Estoy descubriendo en mí una onda sado, pero muy light. Encuentro&#xxxx; excitación en ciertos dolores, me gusta que la señorita sea dominante, pero estoy muy lejos del fetiche de una Ama. Por eso la mención del título a caminar por la cornisa.
Después que Kendra volvió de darse una ducha, le pregunté si ella con el manejo del aparato había sentido satisfacción (por las caras que ponía), me respondió que sí, que la situación la excitaba y que aparte, el aparato también le vibraba en su zona. Y que también gozó.
Dato adicional: Kendra tiene configurada la privacidad de su whatsapp, de modo tal que no aparecen los tildes azules, aún cuando conteste el mensaje, sigue figurando como no leído.

Aclaración final: Hoy leí una experiencia en la que su regalito actual es de $xxxx. Por whatsapp no me pasó el monto, ya en el departamento tampoco, le dí el regalito y no sé si lo contó, y si lo hizo no me reclamó la diferencia, que se la hubiera abonado.

Saludos a todos!

TABLITA DE LA EXPERIENCIA

Regalito: xxxx
Barrio: Microcentro - bartolomé mitre al xxxx
Es Completa: NO
Bucal: HTA EL FIN
Es Independiente: SI
Besos: A full
Calificacion Gral: 10

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Cara: 9
Lolas: 10
Cola: 10
Cuerpo: 9
Onda: 10
Lugar: 8
Relojea?: No
Servicio: 10
Reinicidencia: Si

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