Ludmila: una cuestión de onda

Hola colegas, yo vivo en Tucumán, pero esta semana anduve por Buenos Aires, así que aproveché para conseguir algo que no se consigue allá: calidad.

Les cuento como me fue el martes pasado con Ludmila.

Estaba en Recoleta, así que llamo tipo 11.30 y pido un turno. Me preguntan si a las 14 estaba bien y dije que si.
Caigo puntual, toco el portero, me abren y paso. Hay varios ascensores que suben de acuerdo al piso que uno vaya. El que hay que tomar para llegar al departamento de Ludmila es el que está primero, cerca del ventanal que da a la calle.

Entro y estaba todo a obscuras, parecía una caverna. La nena me guía hasta el dormitorio (donde la iluminación no mejoró totalmente) y me da una toallita para pasar al baño.

La mina es linda. Su cuerpo está bastante bien, aunque un poco más de tonificación no le haría mal. Gomas naturales de tamaño aceptable y una colita tentadora. El detalle que no me gustó es que estaba con el pelo recogido y no suelto, pero bue.

El garching aceptable. Hubo bastantes besos, pero creo que fueron 70% de picos y 30% de lenguetazos.
El pete en crudo fue suave y bueno (la mina, como muchos saben, es quisquillosa con el tema de higiene, por lo que tengo que admitir que soy uno de los que mandó a pegarle una repasada al amigo).
Después me cabalgó un poco sacudiendo la panocha. Hermoso. Ya estaba con ganas de largar la herencia, así que le pido un cambio de posición como para estirar el acto. Hicimos un misionero y después una cucharita. Allí, si, no pude mantener más la mentira, y mandé a la legión a morir frente al látex.

La mina salió y estuve un rato a solas. Cuando vuelve, Ludmila me dice que para coger yo era “medio robótico” (usó “robótico” y no “mecánico”). Entonces empezamos a charlar, dejé que aflore algo personal mío y la cosa perdió su encanto. No quiero referir mucho a eso, pero digamos que la mina cambió su actitud el tiempo que me quedaba. Quería un segundo para hacerle la colita, pero ya no había clima para eso, así que me peteó un rato y le pegué una acabada sobre las tetas antes de irme, como para hacer valer la hora.

Lo que tiene de especial esta mujer es su onda. Más que “onda novia”, yo diría que es “onda esposa”. O sea es muy respetuosa y complaciente, pero todo lo que no le gusta de vos te lo deja saber sin problemas. No se guarda nada. Obviamente que te lo dice sin querer que te enojes, pero si son medio sensibles o están susceptibles, no les recomiendo a esta mujer, puede que los incomode un poco. A raíz de ello (y debido a que media hora fue conmigo una cosa, y media hora fue otra cosa distinta) es que no evalúo su onda.

TABLITA DE LA EXPERIENCIA

Regalito: xxx
Barrio: Recoleta - libertador y ayacucho
Es Completa: SI
Bucal: SIN
Es Independiente: Desconozco
Besos: A full
Calificacion Gral: 8

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Cara: 8
Lolas: 8
Cola: 8
Cuerpo: 8
Lugar: 7
Porcentaje photoshop: 10 %
Servicio: 8

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