Valentina Vip, el odontologo y yo

Hola colegas:

Durante la mañana de hoy reservé turno para la tarde con una muy bonita escort sub 25. Dos horas antes me canceló diciendo que su compañera de departamento tenía ocupado ese horario. Bueno. Activo plan B. Me salvó Valentina que contestó al toque: estaba libre. Lo más gracioso fue que un rato después mi plan A logró liberar el horario y me escribió no una sino dos veces para que vaya. Ya le había dado mi palabra a Valentina por lo cual le dije que nos veíamos otro día.

Llego unos minutos antes y le aviso a Valentina. Me pasa departamento y encaro para la entrada. El de seguridad me pregunta el departamento y me pide DNI. Todo esto acompañado de un policía de la ciudad. De mi parte cara de poker total pero ténganlo en cuenta porque alguno puede ponerse incómodo con la situación. Timbre, abre Valentina escondida detrás de la puerta. Primera impresión buena: pelo lacio castaño, 1,70 con tacos, tez blanca, bonitas facciones y muy lindo cuerpo. Me sorprende el beso de bienvenida porque tiro el pico y me pone la mejilla. Me deprimí un poco porque me gustan los besos pero salí del paso entregando el regalito. Dejo la plata sobre un mueble y paso al baño. Cuando salgo me esperaba acostada en la cama con ropa interior roja que le quedaba muy bien. Me ayuda a desvestir y me cuenta que no va a poder besar profundo ni hacer oral porque le habían colocado una placa en la zona del maxilar izquierdo. Bueno, no pasa nada. Me quedaba todo el resto para divertirme.

El departamento es un monoambiente amplio: TV, aire acondicionado, juego de mesa y sillas, mesas de luz, cómoda con cajonera y cama de dos plazas grande y confortable es todo el mobiliario. Hay además un espejo pero está ubicado lejos de la cama y no cuenta para la acción.

Retomando: mientras me desviste nos besamos muy suavemente (tenía miedo de lastimarla). Saco tanga y corpiño y me dedico a chupar sus bonitas tetas. La cosa va fluyendo: ya estaba al palo gracias a la paja que me estaba haciendo Valentina. Me dice de acostarnos. Siguen los besos y mando dedo a la conchita para verificar nivel de humedad. La pajeo un rato y noto que le gusta porque me empuja la mano con fuerza. Sigo chupando las tetas y noto que ella se quería soltar con los besos pero no podía. Le pido coger y voy arriba para empezar un misionero tranquilo. Como la noté dilatada le pido cambiar a perrito. En cuatro está muy bien: su cola es linda y su piel muy blanca (característica que me encanta). Duré diez minutos y fue todo al látex.

Charla post intermitente. La conversación tuvo algunos silencios que sobrellevamos como pudimos. Pregunté algo de su historia y ella también preguntó de la mía. Cuando faltaban unos veinte minutos empiezo a besar sus tetas. Revive al amigo con una paja y le devuelvo atenciones. Después de un rato le pido coger y voy en misionero para cambiar a cucharita poco después. En esa posición la disfruté un montón: al tener un cuerpo maniobrable pude rotar su cadera sin problemas. Pensé que iba a explotar así pero como ya se cumplía la hora saqué el forro y lo terminé a mano.

Luego de la ducha hablamos alguna cosa más mientras me vestía. En ningún momento me apuró. Besos de despedida y vuelta a casa.

Conclusión: linda chica, muy bonito cuerpo y no dice que no a nada. Lo de los besos y el oral fue un situación extraordinaria.


Hasta la próxima.

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