Pongamos primero el link, así después no me olvido:
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OK
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En una visita anterior a este grato rinconcito del Barrio Norte, había conocido a Alexandra y había prometido (a ella y a mi mismo) visitarla a la brevedad.
El Gato Felix cumple con sus promesas.
VOTE GATO FELIX
El Gato Felix cumple con sus promesas
(fin de espacio publicitario)
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Bueno, la cosa es que se hizo el medodía del miércoles (anteayer, para mas datos) y habiendo que hube arreglado satisfactoriamente mi agenda, la llamé y quedamos en que me esperaría a las 13. Llegué puntualmente,
compartí el ascensor con un caballero medio alto y con cara de inocente, y... ¡oh, sorpresa! ambos bajamos en el mismo piso.
Sale él primero del ascensor y toca el timbre en el depto "E" (al mismo al que iba yo)
-Parece que vamos al mismo lugar- le digo, canchero
-Sep-contesta el joven mirando para arriba .
Nos abre la recepcionista y se ríe:
-Esto parece un club!-comenta Carolina.- A ver... vos venite para acá (señalando uno de los dormitorios) y vos(mirándome a mi) acompañame a este otro.
Entramos.
-Ponete cómodo, que enseguida viene Alexandra.
Dicho y hecho, en 10 segundos hace su aparición la hermosa criatura, que me recibe con un besote que no me da tiempo a sacarme el gabán y, en cambio, me altera totalmente los ratones.
-¡Gatito Felix!-sonríe la simpática- ¡viniste a verme!
-Pero Alexandrita... ¿no te lo había prometido? -contesto medio jadenado, tratando de tomar aire y hablar al mismo tiempo.
Me ofrece pasar al baño, acepto y solicito un toallón con todas las intenciones de darme una adecuada ducha para quedar limpio, purificado y con la piel reluciente.
Vuelve Alexandra con el toallón.... y con Mariela, que quería saludarme
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luego de un intenso saludo, me escabullo para la sección abluciones y vuelvo refrescado, con olorcito a jabón líquido y con el gaucho alzado dispuesto a faconear no sólo al comesario sino a toda la partida, si cabe.
Nos vamos directo al lecho, donde empezamos a acariciarnos y a ir conociendo, de a poquito, nuestras curvas y sinuosidades.... a comprobar, por mi parte y al tacto, la suavísima piel de Alexandra.... a dirigir ella su manito, de poco y como medio distraída, hacia mis partes pudendas.... los besitos y mimitos van intensificando su octanaje y ya nuestras lenguas, al principio tímidas avecillas que apenas si se rozan, comienzan a jugar entre ellas, entreverándose en una dulce pugna por recorrerse y acariciarse, cada vez con más excitación. Beso su cuello, sus orejitas, recorro sus pechos con mis labios y mi lengua.... me detengo un rato, como corresponde, para llenarme la boca con sus pezones, generosos y apetecibles.... voy bajando, lentamente, cubriendo de besos su vientre, sigo bajando,hasta llegar poco a poco a
su cuevita íntima, su dulce y húmeda almejita que me está esperando.... y me dedico a full hasta obtener, de Alexandra, las muestras de satisfacción y placer que mi lengua le están brindando.
Comienzo a subir, nuevamente, en busca de sus labios....de su lengua... la que se confunde nuevamente con la mía y paladea el sabor de su sexo.
Descansamos unos minutos... o quzás fueron segundos....
-Ahora me toca a mí- afirma Alexandra- Te portaste muy bien, y al que se porta bien se le da un premio...
Y poniéndome boca arriba, asume ella la posición que antes tenía yo, y va bajando, dándome besitos y mordisquitos sensuales hasta llegar al pene, al cual luego de encapuchar adecuadamente comienza a dedicarse total y absolutamente, mirándome a los ojos e introduciendome en su boca hasta el fondo.
Luego de un ratito así, le pido estar dentro de ella...se acomoda, me cabalga y mientras nos besamos, feroz y apasionadamente, llego al orgasmo.
Higienización mediante, quedamos abrazados, juntitos, y charlamos un ratito de cosas varias... con una cordialidad y simpatía que hacen que pareciera que nos conociéramos hace años.
No sé bien cómo empieza la cosa de vuelta, creo que unos muy suaves besitos en sus hombros, en su nuca, detrás de sus orejitas, luego unos piquitos que poco a poco dejan de ser piquitos para transformarse en martillos neumáticos, en calderas hirvientes.... y seguimos propinándonos mutuo placer hasta que un sonido exterior me trae, a la memoria, el último renglón del Romance del Enamorado y la Muerte":
.... "vamos ya, el enamorado, que la hora es cumplida".
Paso a darme otra ducha (dicho sea de paso, estuve negociando con Alexandra un turnito de 3 horas... sólo de ducha. Voy, me meto en el ñoba y me quedo alli y no salgo por 3 horas.... es algo fantástico.... un baño turco completo
)
Me estoy terminando de vestir, y vuelve Ale para presentarme a una amiguita que yo no conocìa: Brisa
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Atractiva escort, simpatiquìsima... la gran flauta, me digo para mis adentros.... otra razòn màs para volver a este rinconcito....
Me despido de Brisa, termino de vestirme y.... ñàcate! me quedo con el cuchuflito del cierre del pantalòn en la mano.
¿Y ahora?
Salgo al pasillo con la bragueta abierta, y le pregunto a Ale si tiene, por casualidad, un alfiler de gancho, explicàndole la emergencia.
-Yo no, pero esperà que le pregunto a Mariela.
Vuelve Ale, trayendo de custodia a Mariela... y a Alma
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-¡Te ibas a ir sin saludarme?- pregunta con una sonrisa Alma - ¡que esperanza! ¡Tomà, para que tengas! -dice, y me enchufa un beso espectacular.
Y vuelvo a estar en una posiciòn similar a la de mi XP anterior ( ver
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a mi izquierda, Alma (igual que la vez pasada)
a mi derecha, Alexandra (ìdem)
..... tengo a ambas firmemente aferradas por la cintura , porque por ahì puede haber un temblor de tierra y se pueden caer ¿no? , bien juntitas a mì y dandome algunos besitos mimosos.
Delante mìo tengo a Mariela, pero esta vez no està de pie sino arrodillada, con aguja e hilo, cosièndome la bragueta para que no pase papelones.
Yo miro a la izquierda, miro a la derecha, y los ojitos me dan vueltas.
Miro para adelante y veo el living.
Miro para abajo y los ojos se me saltan de las òrbitas.... ver a Mariela desde arriba es, por sì sòlo, un espectàculo no apto para gente pusilànime. ¿Còmo decirlo? Es una exhibiciòn de voluptuosidad y erotismo que corta el aliento.
Y las tres, muertas de risa.
-No le vayas a coser el calzoncillo al pantalòn-dice una.
-Y no le vayas a pinchar el pito-dice la otra
Y siguen las carcajadas.
Finalmente, Mariela termina con su tarea y recibe un chuponazo como premio.
Me despido de las Tres Diosas (asì, con mayùsculas) y me las tomo con la bragueta zurcida y la satisfacciòn de haber pasado una tarde memorable.
(Comentario para los memoriosos y veteranos del Foro: la calidez y la comodidad que he sentido en este depto. me hicieron recordar a otro, en 3 de Febrero entre Monroe y Blanco Encalada...¿ se acuerdan?
)
Espero no haberme extendido demasiado.
Reincidencia.... ¿que te parece?