¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a El Gato Felix
[XP] CAMY: UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
20-May-2005, 23:07
ENCICLOPEDIA GATUNA
PRINCIPADO DE CAMY
Historia: Desde su apariciòn en el Sistema solar BairesGirls, a principios de Mayo, el Principado de Camy concitò la atracciòn de muchisimos interesados, algunos de los cuales lograron, en este lapso, concretar una visita al mismo. El Gato Felix tiene el agrado de aportar su granito de arena para fomentar el turismo, afianzar las relaciones internacionales y consolidar la buena onda.
Ubicación Geogràfica: El Principado de Camy
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se encuentra ubicado a los 34ª 33’ de Lat.S y los 58ª 27’ de Long. O en pleno barrio de Belgrano. Altura aproximada: unos 18 m. (5 pisos) sobre el nivel del mar. El acceso es sencillo y sin tràmites engorrosos de migraciones, como ser porteros con cara de canchero. Un toque al portero elèctrico, la identificaciòn correspondiente… y queda habilitado el ingreso.
Clima: suave, càlido, que luego de un rato y debido a las caracterìsticas propias de la visita efectuada tiende a subir, tanto en temperatura como en humedad interior y exterior. Se recomienda ir preparado para pasar de una sensaciòn de frescura a efectos de calor intenso que irradian de adentro hacia fuera, hasta llegar al tòrrido èxtasis de la pasiòn tropical desenfrenada y deshinibida.
Habitantes: 1:
la Princesa Camy , que ademàs escancia bebidas añejas o refrescantes copas de agua, pero cuyo rol principal es el de Suma Sacerdotisa del Amor y del Sexo. La recepciòn que efectùa la Princesa al recièn llegado (prepararse para el shock de la apertura de puerta, momento sublime en el que aparece la Princesa-Sacerdotisa con un atuendo mezcla de sagrado y profano) es de una calidez y una naturalidad tal, que uno siente como que se conoce con la Princesa de toda la vida.
Geografìa fìsica: excelente paisaje, lleno de valles tentadores y prominencias deliciosas, que el visitante podrà explorar con el erotizante beneplàcito de la Princesa-Sacerdotisa, la cual a su vez aportarà lo suyo para que esos viajes de recorrida y exploraciòn sean realmente una experiencia ùnica . Cada visitante tendrà, seguramente, sus gustos e ideas sobre còmo recorrer la delicadìsima, suave y excitante superficie del Principado, pero quien esto escribe ha tenido particular èxito y placer empleando MUY suavemente las yemas de sus dedos y MUY delicadamente la punta de la lengua, mètodo que produce en la Princesa-Sacerdotisa un suave efecto de temblores epidèrmicos, temblores que a su vez han producido en este visitante sensaciones erògenas indescriptibles, al estar acompañadas por gemidos ctònicos provenientes de Camy.
Lugares turìsticos: Todo el Principado es visitable y acariciable, pero particularmente merece destacarse el Valle de la Almeja, lugar de peregrinaciòn obligada y al cual se puede ingresar de diversas maneras, segùn la predisposiciòn del visitante y la aquiescencia de la Princesa. El Llano del Ombligo, ubicado estratègicamente en el lugar donde generalmente se encuentra este accidente natural, se presta para un sinfín de caricias y lengueteos. Los Montes Gemelos son fàcil y sublimemente escalables y acariciables, mientras que los Montes de Abajo –al menos en esta oportunidad- no puderon ser explorados a fondo, por lo que el cronista no ha podido comprobar si son - o no- visitables en profundidad.
Lengua: si . Exquisita, y a full.
Economìa: El Principado de Camy se maneja con la Camy-hora, equivalente en el mercado oficial de cambios a $ xxx.00
Hotelerìa: Es excelente, y el Depto. Higiene es impecable.
Recomendaciones: La Princesa-Sacerdotisa gusta de la suavidad en el trato, y ademàs tiene una risa sensual y una voz aterciopelada que excita y enamora al mismo tiempo. En los momentos de relax (obligatorios, poruqe al fin y al cabo uno necesita reponer energías y normalizar la taquicardia) se obtiene, además, el bonus de una comversación multitemática, que se puede describir citando a Lewis Carroll en su poema "La Morsa y el Carpintero"
... ha llegado el tiempo
de hablar de muchas cosas...
de barcos... de zapatos... de lacre,
de repollos y de reyes...
(y como recordarán los que han leído este poema en su totalidad, acto seguido los dos héroes se comieron las almejitas)