¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Buscador de amor
[XP] Bianquita en tarde de lluvia...
07-Oct-2006, 11:45
Fue el miércoles pasado, por la tarde. Llovía y yo andaba por el centro... Me entraron ganas de visitar alguna señorita, aunque no tenía ningún plan trazado al respecto. Entonces, decidí visitar el pisito de Uruguay xxx. Estaba muy cerca. Allí lo había pasado muy bien hace un mes con Bianquita. No podía olvidar el momento en que acabé en su boca, ella arrodillada y yo parado frente al espejo.... Eran las seis, y no había hecho ninguna reserva. Pasé por la cuadra, con el auto, y vi un lugarcito para estacionar. No dudé. Acomodé el coche, y toqué el timbre del primer piso. En instantes estaba arriba. La recepcionista me preguntó si tenía reserva, y como dije que no, preguntó si quería ver las niñas disponibles. Y me jugué al azar. Primero pasó una rubia, Abril, luego una morocha, cuyo nombre no recuerdo, y en tercer lugar... ¡Bianquita! Bueno... no lo dudé, las otras niñas eran también lindas, pero sabía que con Bianqui lo pasaría muy bien, y además me gustó su saludo zarpadito y confianzudo. Y ella fue la elegida.
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En instantes estábamos solos en la habitación. Pagué 80 por una hora, le di diez a la niña. La puerta se cerró. Nos besamos, abrazados. Yo vestido, ella con mínima lencería y zapatos. Me desvestí mientras la observaba con lujuria, ella se descalzó y nos acostamos entre besos y caricias. Y Bianquita se ubicó en posición de ataque. Y me engulló la pija. Un largo... hermoso... sublime bucal... que yo disfrutaba además con sus miradas y además nuestra imagen reflejada en el espejo... Mientras ella hacía lo suyo, yo, entre carícias deprendí el corpiño. La besé en la boca y en los pezones... Y saqué su tanguita... acariciándola en sus partes más intimas. Bianquita, que habla en forma aniñada, me hace una oferta imperdible...
-¿Papi, me querés hacer la cola?
La respuesta era obvia. La deliciosa rubia se puso gel, me puso un forro, y lo lubricó también... Ese momento previo me vuelve loco... Sonriendo, se puso en cuatro... Afuera, se escuchaba llover... Lentamente inserté la verga... ¡Qué bello es atravesar la puerta inicial, que es la que ofrece mayor resistencia!... Poco a poca, fui ingresando totalmente en ese cálido nido. Y comencé a moverme cada vez más rápido... Gemidos de placer de ambos... Varios minutos de felicidad. Luego, la saqué para no terminar todavía... La chica me ofreció entonces invitar a alguna otra amiguita, pero ya yo quería seguir con ella hasta el fin... Era tentadora la oferta, pero quería sentirla otra vez en su boca. La chica se arrodilló -yo acostado- y se puso atravesada. Y volvió a su magistral tarea de chupar la pija y las bolas... ¡Celestial! Yo le veía de perfil, con mis manos la acariciaba y descubría su carita, ya que a veces su pelo no me permitía observarla en su dulce labor... Y si miraba a la derecha, veía su culo, aún dilatado, en el espejo... Estaba muy predispuesto, y la chica me ofreció acabar en su boca, pero yo quería visitar todas sus puertitas... ¡Había olvidado su conchita! Volvimos al forro, me cabalgó con intensidad, y luego la hice acostar y me coloqué sobre ella... El momento se acercaba... Y ella empezó nuevamente con sus grititos... Me abrazó fuertemente con brazos y piernas... Los movimientos fueron cada vez más violentos, hasta que llegó el largo y alucinante orgasmo...
Luego de unos minutos en que continuamos abrazados, ella retiró la pija, sacó el forro, lo miró y sonrió...
-Papi, cuánta lechita tenías para mi...
Y agitó riendo el preservativo, como un trofeo. Quedamos unos minutos hablando y acariciándonos, hasta que unos golpes en la puerta nos llamaron a la realidad... Había pasado una hora intensa, sin pausas, de mucho placer... Me dieron ganas de jugarme y hacer otro intento... pero ya era algo tarde... Les juro que me costó desprenderme de ese cuerpo desnudo y cálido del que tanto había disfrutado. Bianquita, gata aniñada, dulce y zarpada, me había dado mucha felicidad. Nuevamente la recomiendo. No se la pierdan...