Hacìa varios dìas que andaba con ganas de un buen doblete. Seguí los consejos de no recuerdo qué amigo forero y me decidí por visitar a Federica con su amiga Mia.
Cuando llego al bulo, Fede me dice que Mia estaba ocupada por un rato más. Percibí una fuerte onda erótica entre los dos así que comenzamos sin más trámites a besarnos como si fueramos amantes de toda la vida.
Qué increíble esto, ¿verdad? pegar una onda tan fuerte con alguien a quien no se ha visto nunca hasta ese momento.
En muy poquito tiempo trascendimos la relación escort-cliente para gozarnos con los besos y las caricias de dos seres humanos que se encuentran, se gustan, se perciben bellamente eróticos y no tienen ningún problema en hacérselo sentir al otro.
Es una vibración espectacular que no tiene nada que ver con el sexo, o sí, o eso es el sexo real. Una energía que nos hacía mirarnos a los ojos cada tanto y sonreirnos sin que mediara palabra. Qué bello. Federica una diosa, jugada con los sentimientos y el placer. A veces me pregunto cómo hacen estas chicas para juntar los pedacitos que nos regalan cuando se pega onda fuerte como esta. Por eso son profesionales, pero no había nada de profesional en su manera de acercarse. NOs estabamos amando. Así de fácil.
Ella se sienta encima mío y si esto hubiera sido una caminata por un sendero, pues hubieran quedado nuestras ropas y todo lo que sobrara a lo largo del camino para quedar los dos, literalmente, en bolas y haciéndonos gozar uno al otro.
Cada caricia de ella en mi cuerpo y cada beso que le daba a su piel subía la temperatura de los dos (tuvimos que apagar la estufa...) y el placer se incrementaba minuto a minuto.
Qué cosa esta la del placer, ¿no? si pegás piel así, se hace cada vez más grande y más intenso.
En medio de un revolcón me susurra que Mia ya estaba libre, si yo quería que la llamara. Me costó como 5 minutos que se despegara y la fuera a buscar. Estábamos tan felices los dos... Fue y volvió volando.
Al rato siento una presencia rubia, veo una sonrisa de hembra bella y unos ojos brillantes que me comían. Parece que Mía entendió lo que estaba pasando entre nosotros y sin miramientos se subió al cuadrilátero y metió con garra.
¿Acaso hay palabras para explicar todo esto?
Creo haber mencionado en otro post que mi teoría de èxito amatoria es: "siempre primero las damas". La experiencia me ha demostrado que si ellas tienen su cuarto de hora de placer intenso primero, después lo devuelven con creces.
Así es que les pedí que se acostaran colita arriba (nunca Boca abajo) pegaditas. Les hice unos masajes que agradecían con unos gemiditos bellos hasta que me ensañè con las almejitas. Luego de unos momentos de besos caricias y afines, introduje a la vez cada uno de mis dedos pulgares (por lo gordito) y les dí una viaba con las manos a ambas simultáneamente. QUé momento. Las dos estaban a punto caramelo y dejaban escapar unos gemidos de placer simultáneo que era música para mis oìdos.
Bueno, el resto se lo pueden imaginar. Besos múltiples cruzados y simultáneos. Pechos que se cruzaban, petes a duo, solas y mucho mucho mimo. CUánta dulzura junta.
Pedí capucha y primero subió Mía, cuerpo relajadito, redondito, me montó con calidad y precisión. Hasta que ella acabó. Después subió Fede, con quien seguía la onda intensa del principio. Me encantaron sus besos y sus manos, sus pechos y su traserito que me lo comí no sé cuántas veces. También pegó el grito de ahijuna
Y me tocó a mi, con fede arriba y mía haciendo todo por complacerme con esa boca llena de besos.
¿saben qué pasó después?
Se acostaron sobre mis brazos, abrazaditas a mi mientras yo les acariciaba las espalditas y nos quedamos los tres en silencio por un rato largo. Tan lindo fue ese momento que lo que único que me faltaba era un mate.
Imagínense lo que hubiera sido en ese momento un mate cebado por ellas! El sumum del placer erótico y sensual.
Pregunté si no había mate y nos cagamos de risa los tres. La
próxima, (obviamente habrá reincidencia obligada), llevo el termo y el mate para ese momento, qué joder!
Ya había pasado no sé cuanto tiempo. Sonó un timbre llamando a Fede. Volvíamos a esa realidad. Pero... ¿quién nos quita lo bailado?
Fue más que un encuentro con dos escorts. Fue un encuentro de seres humanos decididos a dar todo de si para gozarse y sentirse bellamente amados.
A las chicas, mi más sincero agradecimiento (ellas lo saben) y a ustedes gracias también por ser mis compinches y compartir sus experiencias conmigo.
Un abrazo
R.