Iniciado por Georges Bataille
Sábado 17 de enero – 17 hs.
Cruzo la 9 de julio con 38 grados de sensación térmica y llegó en llamas por dentro y por fuera al departamento de Helenn.
Toco el timbre y siento una linda voz en el portero eléctrico.
Se me agita en la mente un collage de “fotos” que tengo de ella: cuando la conocí bailando en la Megafiesta, con su vestidito negro, meneándole la cola sobre la entrepierna de Pepe-pepe-pepe, las de la web de BG, las armadas en mi mente con las XP de todos los foristas que escribieron en su Club de Fans……………………… y las que me imagino.
Helenn es una “niña pícara y traviesa”. Tiene una sonrisa candorosa, pero no se confunda nadie: es una diablita pelirroja con una enorme capacidad de dominar la escena.
Estaba con una bikini muy playera y es totalmente impúdica: le encanta desnudarse y tiene una libertad con su cuerpo realmente envidiable.
Me hizo sentir como si nos conociéramos de toda la vida. Es muy canchera.
Tiene esa cualidad muy poco común de poder sonreírse con la boca y los ojos de manera absolutamente coordinada.
Son pocas las personas tocadas por una barita mágica que les permite sonreír con la mirada. Nuestro ejemplo argentino mas impactante es Pampita, una modelo que te puede vender cualquier cosa, porque te sonríe y te deja paralizado.
Calientan muchísimo las mujeres con este don.
Helenn es muy buena anfitriona en la cama. Te hace sentir como un rey. Se entrega sin límites a darte placer, con todo su cuerpo. Es chiquita, con una piel de locos, una cola firme y un bellisimo tajo, con labios carnosos. Alguna vez habría que estudiar como cambian los clítoris cuando pasan de estar replegados a entrar en acción.
Luego de un antológico sexo oral, intentó tomar el rol dominante y me quiso “coger/agarrar” ella, cabalgando sobre mi erección, con galope largo.
Pero yo estaba en un día de metabolismo lento y le pedí ir arriba.
Necesitaba tener esa visión irremplazable de las piernas abiertas, la hembra entregada, relajada y ver mi pene entrando y saliendo de su cuerpo.
Despacito la fui rotando hasta ponerla de espaldas. Me avivo ahora que lo escribo, que es un hábito repetido, una necesidad de tener una visión panorámica para conocer mejor el nuevo cuerpo. Cuando llego a la posición de yo arriba y ella de costado mostrando su perfil, voy penetrándola lento, y alli necesito casi siempre acariciarla, como le hacía a la hembra de mis sueños, mientras la elogio y agradezco la entrega.
Uno necesita fundirse y confundirse en esas escenas.
Ahí le descubrí unos lindos tatuajes, especialmente uno que tiene un cierto surrealismo tipo Dalí: es como un ojo que mira lánguidamente…………Pienso ahora : ¿será la contracara de su mirada?
Acabé más rápido de lo habitual y sentí que ambos teníamos ganas de hablar.
Coincidimos en que no nos gusta estar solos, aunque toleremos la soledad.
Salió nuestra parte mas humana, compartimos nuestra pertenencia al foro, me contó de su vida y yo de la mía.
Nunca puedo dejar de hablar de mi amor no correspondido.
También le confesé un problema nuevo que tengo y que debe ser común a otros compañeros de foro: después de estar en brazos de pendejas de 20 y pocos años, veo una mujer de 40, que es lo que corresponde a mi edad…………Y ME PARECEN TODAS JOVATAS!!!!!!!!!!!!!!
¿Cómo se sale de esta “pendex-adiction”?
Para cerrar,un momento “mas culto”:
Quiero compartir un fragmento de una XP “literaria” del verdadero Georges Bataille con Madame Edwarda, que la imagino como una versión francesa de Helenn:
“El goce de Edwarda – fuente de aguas vivas, manando en ella a punto de romper el corazón – se prolongaba de manera insólita: la oleada de voluptuosidad no cesaba de glorificar su ser, de hacer mas desnuda su desnudez, mas vergonzoso su impudor. Con el cuerpo y el rostro extasiados, abandonados al indecible arrullo, tuvo, en su dulzura, una sonrisa rota: me vio en el fondo de mi aridez. Y, desde el fondo de mi tristeza, sentí liberarse el torrente de su júbilo. Mi angustia se oponía al placer que habría debido desear: el placer doloroso de Edwarda me produjo un agotador sentimiento de milagro. Mi aflicción y mi fiebre me parecían poco, pero era todo lo que tenía, las únicas grandezas en mí capaces de responder al éxtasis de aquella a quien, en el fondo de un frío silencio, llamaba “corazón mío”. Los últimos escalofríos la recorrieron, lentamente; su cuerpo, aún espumoso, se relajó por fin. Un mismo sueño debió adormilarnos a Edwarda y a mí”(Madame Edwarda, Georges Bataille, Tusquets, Colección La Sonrisa Vertical, xxxx)
Gracias Helenn por ser tan linda persona!
Georges Bataille Made in Argentina
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