¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a tarquino
[XP] No sirvo para gatero
26-Nov-2006, 12:55
Gente:
Espero la mayor cantidad posible de opiniones. He decidido que no sirvo para gatero. Explico por qué.
Cerca de los 40 años, apenas he hecho en toda mi vida el amor con dos mujeres. Lamentables estupideces de mi educación ultracatólica. Quise dejar esto atrás, o por lo menos no morir sin haber probado a una trabajadora del sexo. Durante meses revisé este foro, observé books, y aprendí de todas vuestras experiencias.
Un día la llamé a Tatiana, emocionado por esas maravillosas fotos donde unas tetas hermosas viajan por nalgas y espaldas masculinas. Estaba yo muy nervioso, con peligro de no lograr una mísera erección, pero ella lo supo evitar con sus sabias manos. Es cierto, ella es secota, y tal vez un poco gordita, pero a mí me gusta la mujer rellenita, y les puedo asegurar que la caricia de sus pezones duros entre mis nalgas es algo inolvidable. También es bella, y si bien sus masajes no son los de una profesional, me dejaron bastante relajado. Su acento ruso es mortal. No me dejó besarla, no me dejó probar en su colita (nunca en mi vida hice sexo anal). La penetré y, cuando eyaculé, se levantó y todo había terminado. Un roca la hora, y como no uso reloj, recién me enteré al salir que apenas había pasado media hora. Me quedé pensando si no había sido yo tan inexperto como para que ella me echara tan rápido, y pensé que debería volver más adelante como para comprobarlo. Por lo menos puedo decir que me cogí a una rusa.
Días después elegí comunicarme con Mahia, a través de MPs, que ella respondía con alegría. Me explicó que su servicio es de roca y media la hora, y me aclaró que eso incluía la colita. Me pareció tan divertida que me ofrecí a llevarle helado, lo que aceptó contenta. Arreglé y fui. Antes de entrar llamé para preguntarle qué sabores de helado le gustaban, y una voz me explicó que ese día Mahia no iba a estar trabajando a causa de un imprevisto. Casi me muero. Pero al rato volví a decidirme y la llamé a Constanza. Me explicó que cobraba roca 30 la hora, y que también incluía "la colita, besos, caricias, fantasías, todo tipo de participaciones". En ese momento ella estaba libre, y fui a su privado.
Su asistente me hizo pasar al cuarto, y al rato apareció Constanza. Le dí la roca 30, y me miró: "¿Pero vos querés el de 40 minutos? Porque una hora sale xxx". "Ah, te había entendido xxx", dije yo, y oblé el resto. Se fue y volvió después de unos minutos. Nos desnudamos, y nos recostamos. De una me puso el preservativo con la boca y comenzó con el petelino. Quise empezar a besar su espalda, y no me lo permitió. "Nada con la boca, se puede transmitir herpes y cualquier otra cosa". Así que tampoco pude besarla a Constanza. La verdad es que tiene un cuerpo hermoso, con cola y tetas enormes, que sí me dejó acariciar de arriba a abajo. Nunca en mi vida había tenido entre mis manos una teta tan firme y grande. Ella estaba con sueño, y no tenía demasiadas ganas de moverse. Al rato me pidió que le diera su lechita, y me la sacó masturbándome. "Si querés podés ducharte para irte más relajado", me dijo. "¿Ya me echás?". "Sí". Así que no sólo no pude besarla, sino que tampoco pude penetrarla, y ni hablar del back. Nos pusimos a conversar, y sentí que ella se abría contándome decenas de cosas de su vida personal. Me explicó que había pasado una noche de cama a full con su pareja, y que por eso estaba tan cansada. La comprendí, como siempre, y no lamenté la pérdida del roca y medio. Mientras hablábamos le acaricié todo el cuerpo cientos de veces, y ella parecía relajarse más y más. La cosa tal vez se había enfriado, habíamos pasado a ser algo así como amigos. Después me fui. Al salir miré la hora en el cartel del banco, y me di cuenta de que habíamos pasado una hora y media conversando desnudos, en la cama, mientras yo la acariciaba.
Me sentía bárbaro, para qué negarlo. Me encantó conocerla y conversar de esa manera. Invertí dos rocas y medio, en un mes, para darme cuenta de que no sirvo para gatero. Y de que moriré sin hacer un back. ¿Es que no sé pedir las cosas? ¿O sólo me ha tocado justo en esas dos ocasiones chicas sin ganas?
Tarquino