Ale...Gracias por todo lo que escribiste...porque ademàs me demostraste que lo sentìs.
Ayer pude gozar de nuevo durante 2 horas acariciado por tu alma, por tu corazòn, por tus manos, por tus labios, por cada centìmetro de la geografìa de tu cuerpo. Y otra vez quedè impregnado de tu aroma natural que me subyuga, me seduce, me hace flotar desnudo por ese universo de huríes, de hadas preciosas y complacientes, prometido en nuestros relatos sagrados.
Es un juego de ajedrez en el que me gustaría que vos seas la dama y yo todos los otros trebejos (rey, alfiles, caballos, torres, peones) para comerte...comerte...comerte...comerte...pero no...mejor te respiro y te beso tanto como pueda y màs.
Y ya que estoy confesandome voy a confiarles algo que siento y que me parece increìble:
Después de haber estado con Alejandra, de haber probado la felicidad con Alejandra...no tengo ganas de estar con otra. Porque me embarga la sensación de que nadie puede dar màs amor y entrega que ella.
Ale...bebita mìa...¡¡¡ TE AMO !!!
MARWAN.