¿El mensaje rompe las reglas?
Reporta a Buscador de amor
[XP] Anny me llevó a las nubes del placer.
22-Jun-2005, 02:11
Fue hece más de una semana... pero todavía no podía escribir nada... no sé si ahora podré... Parecía que todo venía mal, pero finalmente se dio vuelta. Cuento: llamé a Anny deseoso de repetir mi experiencia catreril con ella. Pero lamentablemente estaba ocupada porque se tenía que sacar nuevas fotos para el book de BAG. Me dijo que la llamara más tarde, pero todavía estaba esperando. Aunque tanto esperó que las fotos no se pudieron hacer ese día. Bueno, la cosa se pospuso para el siguiente. Nos citamos y me dijo que pasara por con el auto, por una dirección determinada, en la avenida Independencia. Hablábamos tiernamente, y finalmente, embobado pero sin segunda intención (juro que fue involuntario) le dije, bueno paso con el auto por ahí y te recojo... A lo que la niña, haciendo gala de su buen humor, me dijo Ahí se te fue el romanticismo a la m...
Llovía tenuemente. Llegué al lugar con una pequeña demora. Ella no estaba, sólo un policía que no me dejaba estacionar allí... dado lo cual dí una, dos, tres vueltas a la manzana, pensando ya en un desencuentro hasta que... como en una película de ciencia ficción, como de la nada, apareció el angelito rubio. Todo se encarrilaba. Me dijo que fuéramos al mismo telo de nuestro primer encuentro. Estaba algo lejos, pero ¡qué importaba! Cuánto más largo el viaje, mejor... Además, al hecer los cambios, uno se puede zarpar un poco e ir tocando, palpitando el manjar.
Bueno, llegamos y la diosa puso la tele "para ver chicos que se porten mal". Con semejante hembra no pensaba mirar la pantalla, tenía mucho para ver en vivo, y además espejos... Pero lo lindo de la tele es que te llena el ambiente de sonidos eróticos. La reina se bañó ante mis ojos azorados... y lo hizo muy sensualmente... Lo que vino después... es ya una confusión en mi mente. Recuerdos su pezones rápidamente endurecidos, su cuerpo en diversas y osadas posiciones, carcias muchas. Luego, sus besos en mis pechos y un leve descenso sin dejar de besar que me hizo volar a las cimas celestiales, más aún cuando su boquita llegó a destino y capturó su presa. Yo sentía que no engullía solamente el pene, sino todo mi cuerpo. Luego, en 69, besé con fruición sus dos entradas, mientras ella seguía con su trabajito, que sabe hacer como la més experta. No recuerdo bien todo, salvo el momento culminante con ella arrodillada y apoyada con sus manos en la cama. Bien ubicados, el espejo me devolvía su imagen en otro ángulo, que me permitía ver sus piecitos adorables. Ella gemía -cómo te calientan eos sonidos- y su voz se sumaba a los quejidos que venían desde el televisor. La visión que recuerdo y no me olvido, es que, en el momento sublime en que iba penetrando, sus pies se arquearon con una sensualidad divina. Anny me dio vuelta, tiene todo lo necesraio para hacer gozar a un hombre. Es dulce, pero en el fragor de la batalla se transforma, va al frente, gime, besa, chupa ¡cómo chupa!
Cuando volvíamos, todavía estaba en las nubes del séptimo cielo. Mil besos, Anny, y gracias por ser como sos.
Un colchón con vos desnuda sobre él se cotiza en la bolsa. Hasta pronto, diosa.