El dialogo comenzó más o menos así:
- Soy yo de nuevo doctor, Juan Martín…
- Ubíqueme por favor atiendo muchos enfermos…
- ¿Enfermos?
- Bueno… Pacientes quise decir… Pero qué le pasa… Lo veo resensible…
- ¿Me tira enfermo de una y quiere que le agradezca?
- Bueno… Bueno… Ubíqueme…
- Soy yo… Juan Martín… El que tenía la oficina en Tribunales y que ahora está en Olivos…
- ¡Ya sé! El que se estaba muriendo por el Síndrome de Abstinencia de Lolytis... ¿Me equivoco? A usted fue el que le dije que si no veía una masajista en minutos se moría…
- Si… Ese soy yo… Tiene razón… Pero ahora es otra la dolencia…
- Dolor en la espalda… las piernas…
- No. Un nudo en la garganta… Angustia… Me cuesta respirar…
- Epa… ¿No será stress? ¿Y si hace un viajecito?
- De eso se trata…
- ¿De un viajecito?
- Si doctor… De un viajecito previsto para los próximos días…
- Juan Martín… Me da miedo preguntar… ¿Viaja sólo? ¿Va ella? ¿Cuántos días?
- Si me voy cinco o seis días con mí…
- ¡No! ¡Ni la nombre! Terminantemente no… ¡Ese viaje lo conducirá inexorablemente al más allá! En cuanto ponga el motor del auto en marcha se le presentará Víctor Sueyro para conducirlo por el túnel…
- Pero doctor no puedo… no tengo alternativas…
- Entonces venga que lo receto… Hay una esperanza…
- Voy para allá…
Desesperado me tome un remisse desde Olivos hasta el consultorio del médico. En cuanto me vio me hizo recostar en una camilla, bajó las luces del consultorio y me dijo que me serenara, que me tranquilizara:
- Juan Martín… Estás por experimentar una situación extrema… Un viaje de cinco o seis días con esa señora no es moco de pavo...
- ¿Entonces?
- ¡Entonces Denuflex Plus Forte!
- ¿Qué?
- Bue… Además de choto, angustiado y sin aire, ahora estas sordo y boludo…
- ¡Doctor!
- ¡Doctor las pelotas! ¿O se quiere morir? ¡Denuflex Plus Forte ya!
Más sereno, abandoné el consultorio con un folleto del Denuflex Plus Forte y un número de teléfono… Este es el folleto…
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Mi doctor me contó que era un medicamento originario de Misiones. Un especie de bálsamo… Me dijo que no eran ni pastillas, ni comprimidos, ni grageas, ni jarabe ni nada de eso…
Me explico que el sólo contacto con Denuflex Plus Forte iba a producir en mi organismo una sustancia que me iba a acorazar interiormente, dándome fuerzas para el viaje que debía emprender…
“Cuando vaya, me recomendó, llévele un ramo de rosas, pero por favor no ande divulgando por allí de qué color… No avive a la gilada…”.
Y así fue que llame al número indicado y me atendió una voz que me resultó dulcemente familiar. Le hablé de mi problema y como era un tema de vida o muerte, ella abrió el consultorio para mí reservándome la primera entrevista…
Y a la hora prevista allí estaba tocando timbre… Y como me recomendó el doctor, lo primero que hice fue entregarle las flores… Y al toque comencé a sentirme mejor.
¡Qué linda que estaba! ¡Qué presentación! ¡Qué envase! ¡Qué packaging! ¿Con qué materiales habrán hecho algo tan maravilloso los hermanos misioneros?
El tema es que la medicación recomendada me ofreció algo de tomar y cuando lo trajo… ¡Mi Dios! Había cambiado el envoltorio y ahora estaba tremendamente aligerada de indumentaria… ¡Gracias Doctor!
Y así, sin decir agua va, la adorable Denisse ahora en su presentación natural me invito a pasar a un lugar especialmente acondicionado para el tratamiento…
Desde ya que me deje abrazar y besar por ella y trate de hacer lo propio. Entonces recordando los consejos que me dio el doctor, me abandoné y me deje llevar por ese torrente de pasión y dulzura inimitable que es la divina Denisse. Mezcla de fuego y azúcar. De dulzura y seducción…
Concluido el tratamiento, cuando me acompañó hasta la puerta para despedirme, hice lo que me dijo el médico:
“Mírela fijamente y grábese bien su rostro y su mirada… ¡Eso le generara anticuerpos! “.
Y eso hice…
Y por eso, gracias al doctor, pero especialmente gracias a Denisse que me cargó de energías, es que estoy acá, en Córdoba, con mi notebook debajo de un quincho y a metros de la pileta escribiendo esta XP sanadora… Casi milagrosa…
¡Gracias Doctor…! Le debo la vida…
¡Gracias Denu…! Te debo un millón de sonrisas…
¡Un beso gigante!
JM