Iniciado por lovehunter
Queridos cofrades, ante todo no soy partidario de postear reincidencias pero con esta voy a hacer una excepcion.
Si de las experiencias se nutre el foro, seria egoísta de mi parte que los demás usuarios no compartieran por lo menos a través de estas líneas el encuentro con a esta altura una de las revelaciones de xxxx.
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En el momento en que esto escribo, se me hace difícil expresar con palabras la experiencia vivida ayer. De todas las escorts que he visitado, sin duda con esta chica se da algo especial que no se da con otras (llámenlo piel, onda, como quieran).
Confieso que llegue a su puerta con cierta reticencia, cierto temor a que este encuentro no estuviera a la altura de los anteriores pero como de costumbre, cuando estoy convencido de algo me equivoco....no falla .
Me recibió enfundada en un diminuto vestido blanco, y la visión de ese cuerpo asesino de infinitas piernas y carnes morenas terminaron de fagocitar salvajemente el poco resto de cordura que me quedaba.
Realmente Betina es una maquina sexual, te deja exhausto. Desempeña el rol de femme fatal sabiendo del placer que provoca el contacto de su piel tersa, sus labios solícitos.
Su pericia para la felación es indescriptible, mientras lo hace te mira a los ojos y uno se termina de convencer en ese preciso momento que ya no podrá escapar al embrujo de su mirada, que todo intento de rechazar el encantamiento no es solo inútil sino necio.
Tengan cuidado amigos! su hechizo es hipnotico, como el de aquella serpientes que inmovilizan con su mirada para luego devorar a la atontada presa .
Al igual que esas sierpes, su cuerpo se contonea, te envuelve, te atrapa.
Ella te transporta a otro mundo y después de visitar su lecho es duro volver a poner los pies en la tierra , es muy cruel volver al ostracismo de los perdedores, los bohemios, los que viven de quimeras.
Aquellos sabios consejos que escuche infinidad de veces en cuanto a la conveniencia de evitar cualquier tipo de reincidencia con una escort , guardaban un dejo de iluminada razón.
Estoy demasiado viejo y demasiado desengañado de la vida como para ser blanco de un insensato Cupido, que muchas veces se enzaña conmigo jocosamente y me somete a desvelos indecibles, a padecimientos evitables, a añoranzas de lo nunca sucedido.
Por eso, para no correr riesgos innecesarios y preservar mi integridad física y mental, lo recomendable seria evitar cualquier futuro encuentro con Betina........pero como Uds saben, soy un tipo con escaso control sobre mis pasiones,mas aun cuando se trata de una bella mujer .
Ademas, cómo hacer para resistir la tentación de una nueva reincidencia? Como buscar un justificativo para privarse inútilmente de esta experiencia casi adictiva? Como enjaular un instinto tan vital y primario?.
No tengo respuestas al interrogante, no hay filosofia capaz de resolver el dilema. Quizás visitando otras camas pueda recuperarme y volver a ser el de antes, pero en este momento sin certezas, solo una no me ha abandonado: No habrá ninguna igual….. no habrá ninguna
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