A Luana la conozco desde hace un par de años largos y en realidad ya le había leído el rastro siendo que la había pasado muy bien con ella en sus inicios. Al margen que me había puesto de novio y había colgado los guantes gateriles al regresar al ruedo comencé a verificar el catálogo en especial de Palermo ya que andaba por plaza Italia, y ahí es cuando la veo a Luana!! Mi Nereida perdida. Si bien sus fotografías se asemejaban a ella, más que nada las de lencería roja o colorada, su rostro...