No quiero parecer romántico, el mundo de los putañeros esta tapizado de rodilleras y bombachas que se caen, sensaciones fugaces y efímeras casi tanto como la nada, casi tanto como la vida. Sin embargo siempre hay una niña que parece especial, con la que uno compartiría una taza de café. Catalina es de estas, la prefiero desnuda pero la disfrutaría aún mas vestida.
Esta volviendo al ruedo, la vi en novedades y no quería pasar la oportunidad de degustarla antes de que finalizara el...