Magia con Denisse

La magia es algo que se percibe, pero que también genera sensaciones que difícilmente se puedan sacar de la memoria asì nomás. No tiene galera, por lo tanto no saca conejos de la galera; tampoco capa; se las arregla sola, sin asistentes. Varita, menos, en este caso la llevé yo ... Pero logra que un amigo cobre vida, se agrande, saque pecho. Y allí lo atiende con una dulzura propia de una princesa. Denisse es la cuestión. He descubierto que la hermosa representante de la tierra colorada es de esas golosinas que generan adicción. Un chocolate, galletitas rellenas, caramelos dulzones, un alfajor... Cada uno tiene sus preferencias. Lo cierto es que estuve mucho tiempo sabiendo de su existencia y de los placeres que es capaz de originar, pero después de conocerla volví a las pocas semanas. ¡¡¡Y, mi vida qué tarde con esta divinura!!!.
Se encargó de que salieran dos torrentes làcteos desde lo más profundo de mi ser. Dicho así puede sonar a común, normal, pero aquí hay que hacer hincapié en lo cualitativo y no tanto en lo cuantitativo.
Primer round. Sus pezones me dan vueltan, porque no pierden tiempo en salir a escena, lo mismo que sus pechos, de producción casera, los que recorrí por toda su geografía. Su cuevita es una ensalada de frutas y su colita, una torta de dulce de leche. Tanto mimo, tanto beso, con lucha de lenguas incluida, tantas caricias, hizo que mi ser saliera al ruedo con ganas de visitar terrenos ajenos. Serrucho va, serrucho viene -ella arriba- cabalgata va, cabalgata viene, y explosiòn inicial. Duró poco, pero qué sensación única...!!!
Sus ojos verdes se posaban en mi y me quemaban. Risas, higiene, charla, mas risas formaron parte del prólogo de un segundo round imponente. Un bucal corto, pero sólido me llevó a la contractura entre las piernas. Nos miramos, yo miré su cola, ella mi amiguiyo, y coincidimos: "Que se hagan amigos". Me puse de pie; Denu adoptaba la posición de perrito; mi garrotín listo para despegar; lubricación mediante de la zona a explorar. Y fueron 15 minutos de ir y venir, pero siempre dentro de su colita. Sus gemidos me llevaban a levantar màs tempertura, su humedad me generaba más ganas, su pedido de más me llevaba a empujar y empujar hasta el fondo. Si bien creí que mi varita se quedaría adentro, en ese viaje al centro de Denu, salió, pero luego de una explosión de placer, emoción y hasta dirìa de asombro.
Me extendí demasiado, pero valía. Ver a Denu desnuda, en cuatro, escucharla pedir más y sentirla gozar le dan forma a la perfección.
Si de calificación se trata pongo un 10 en todo, sólo porque la tabla de valoración llega a 10.
Espero que guste y un abrazo enorme de Pulpo. Y miles de besos para Denisse, por todo... Gracias.