Terminé de festejar con Verito

Este festejo había comenzado mal en la semana, con Martina.
Pero necesité tomarme una revancha lo antes posible. No nos sobran los motivos para darnos ciertos gustos. Esta vez los tenía y no quería que pasara el momentum de festejar.
Así que decidí llamar para ver si en esta ocasión encontraba a una chiquita a la que le venía debiendo una cantidad importante de leche acumulada. Verito, de BairesGirls. Ya había buscado data encontrando sólo algún pedido de otro colega, como una súplica, idéntico al que podía tener yo.
Me contestaron que estaba, reservé el turno que pude y fui a saldar mi deuda láctea a la calle Suipacha al xxx.
Por $200 la tenía a Verito (
[Solo miembros ven links] ) para mí por el lapso de una hora. Vero no es completa, debo aclarar.
Me sorprendió el lugar. Pura escenografía al fin, pero una escenografía muy bien puesta. Enteramente pensada para el turista en su paso por nuestra Buenos Aires. Me preguntaron por cuánto tiempo me iba a quedar y, cuando me hicieron esperar para no cruzarme con algún colega o algún tourist, me senté con el Buenos Aires Herald a mi disposición. Obvia deducción: por aquí circula mucho angloparlante.
Luego pasé al baño y de ahí a la habitación. Lindas instalaciones, debo admitir.
Llegó Verito y me preguntó una vez más por cuánto tiempo me iba a quedar. Le pagué la hora entera, se fue a dejar el importe y calculo que a fumar un pucho. Esas pérdidas de tiempo me empiezan a poner nervioso, pero Verito adicionó el tiempo a la hora reglamentaria. Nobleza obliga, bien, punto para Verito y el PV.
Es la chica de las fotos. Se la ve bastante más flaquita, pero es ella casi sin retoques. Con sus tatuajes y sus piercings. Usa el pelo atado y no como en las fotos. Para mi, le queda mejor suelto. Pero ya sabemos cómo son las minas. Te preguntan, les tenés que responder con precisión, pero quieren oír lo que ellas piensan. A ella le gusta atado. Y punto. "Me querés con el pelo suelto? Andate a tu casa y hacete una paja con mis fotos". Nunca dijo esto, pero creo que es posible que lo haya pensado.
Apareció cansada porque era su último turno. Se quería ir a su casa. Pese a ello, la verdad que la mina me hizo coger como un desenfrenado. Lo que se notó fue una extraña mezcla de estar muy cansada y de no querer defraudar y ofrecer una muy buena hora. Así cumplió.
Por como la noté, decidí ser yo quien tomaría la iniciativa en un xxx%. Le chupé esas pequeñas pero ideales tetitas. Paraditas, turgentes, de hermosos y puntiagudos pezones. Le gusta suave. Para el resto le gusta a lo loco. La bestialidad. No me quejé ni me quejaría. Me gusta así.
Seguí un lindo rato por esa hermosa almeja sin vestigios de capilaridad. Eso la puso mejor. Pero no quería acabar así y me frenó.
Me lamió la pija con esa boca con piercing (o bien posterior a sus fotos o quizás eliminada con el uso del Photoshop). No recuerdo que ninguna chica me haya peteado con piercing hasta ese momento. Para los que están en mi misma situación, mi opinión es que el área del piercing por momentos gusta y por momentos jode. Me quedo con sus dotes peteros normales, con lengua y labios, antes que con la bolita de adentro de la boca.
Ya estaba listo para penetrarla. Un rato de misionero, un rato de perrito y un tremendo orgasmo de mi parte una vez que volvimos al clásico misionero. Yo quería que ella fuera arriba un poco (me gusta sentir un rato como entra así, como se clava la mujer y elige hasta dónde ser penetrada), pero estaba muy cansada por lo visto. Un ratito para la higiene de ambos y ella volvió a irse un rato más. La razón? El cigarrillo. No hubo drama, la realidad es que lo compensó después dándome una hora entera. Charlamos, es una pendeja inteligente y parece ser de muy fuerte carácter. Una hembra muy difícil de domar.
Ella notó que yo quería más acción y entonces fue ella quien tomó la iniciativa volviendo al pete. Buen pete el de esta chica. Hay mejores pero es de los buenos. Se pasó un largo rato prendida a la mamadera. Pero para acabar habría que volver a coger. Ya no sería tan fácil. No lo fue. Cogimos por el resto de mi estadía, pero no hubo caso. Y eso que Verito me hizo calentar al extremo. Le di fuerte con todo lo que pude. Estaba cansado. Maldije haber dormido tan poco en las últimas dos semanas y llegar recién después de algunos otros turnos en otros destinos. Pero bueno, si no, no la hubiera conocido a Verito. Me hizo sudar como si fuera verano. Por suerte he vuelto a mi mejor forma física.
Volveré con mejor descanso. Mañana larga el plan de mejora física de Labanca para darle su merecido a esta pendeja que acusa 26 años.
Saludos.
Carlos Labanca