Marian Hot: La mina que Bécquer se hubiera perdido

La rima XI de Bécquer tal vez marque, como ninguna otra, esa dualidad existente entre la búsqueda del amor ideal, intangible, platónico del romanticismo frente a las opciones más terrenales, y más ligadas al placer. Nuestro protagonista irá rechazando a diversas damas que se le ofrezcan y que no cumplan con el ideal romántico del siglo XIX, hasta dar con la adecuada. Me llamó la atención el primer párrafo.

"-Yo soy ardiente, yo soy morena
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena
¿A mi me buscas?
-No es a ti, no."

Bien podría ser una descripción bastante ajustada de Marian. La antiheroína de la poesía becqueriana. La mujer sensual, que te arrastra hacía un mundo de placer y goces terrenales. No sería el camino del poeta pero claramente era el que yo estaba buscando.

Hacía rato que tenía ganas de conocerla. Esos acontecimientos que uno da por sentado que van a ocurrir en cualquier momento y, con esa idea en la mente, nunca se termina de concretar. Finalmente me decidí y le escribí por WhatsApp. Para arreglar una cita con Marian existen dos opciones. O le mandas una foto actual de perfil. O si sos usuario registrado en el foro podés mandarle un HASH. Es un código de verificación que se genera desde el foro. Una vez hecho, le mandás el link y ella verifica que el Lord Carrington del foro sea efectivamente quien le escribe por teléfono. Nunca había usado esta herramienta. Es una opción interesante para que las chicas se sientan más seguras y nadie comprometa su privacidad.

Ya por WhatsApp me sorprendió la amabilidad de Marian. Le escribí un día antes y le había pedido un horario particular para pasar. Ella lo tenía ocupado y me ofreció algunas alternativas que, por cuestiones laborales, no me servían. Le dije que no se preocupara que arreglábamos para otro día. Al rato me manda un mensaje que me había liberado el horario para que pudiera verla. En una época dónde las escorts cancelan turnos sin explicaciones, dónde te dejan clavado en la puerta del departamento sin avisarte y otro sin fin de malas prácticas, la actitud de Marian para cuidar al cliente me pareció importantísima. Y pensar que hizo todo eso sin siquiera conocerme. La verdad es algo para destacar y a lo que le doy valor.

A la hora acordada me dirigí al famoso edificio de 25 de mayo al xxx. El lugar ya lo he descripto en otras oportunidades. Son modernos monoambientes con todas las comodidades. El portero te abre la puerta, te pregunta el destino, llama por teléfono a la dama y te hace pasar. En mi caso obvió el llamado. Cuando le dije el destino me hizo subir directamente. Se ve que ya le habían avisado de mi llegada.

¿Qué decir de Marian que ya no se haya dicho? Una ecualización perfecta entre belleza, buena onda y excelente servicio. Es una morocha alta de hermosa sonrisa y mirada dulce. Tiene unas tetas naturales de dimensiones y caída perfecta. Sin lo artificial de la silicona y sin ser exageradas pero de buen tamaño. Su manera suave en el trato contrasta con la determinación que tiene en la cama. Cuando charlás con ella te mira, te sonríe, te habla con dulzura. Cuando cogés es una aplanadora que te pasa por encima.

Luego de darme una ducha empezamos a los besos. Los besos de Marian son besos en serio. Es una mina que se entrega a pleno. Te das cuenta que está pendiente en complacerte y en que lo pases bien pero a su vez la notas encendida, busca su propio placer a la par del tuyo y eso me encanta. El oral es otro de sus puntos fuertes. Te chupa la pija de todas las maneras que puedas imaginar. Te mira de forma fija cuando lo hace. Una mezcla de dulzura y sensualidad. Garganta profunda, lamidas, escupidas, chupada intensa, suave, tronco, huevos. No deja de darte placer con la boca en ningún instante. No sé cómo aguanté esa embestida sin eyacular. De todas formas todavía no había llegado el plato principal.

Me puso el forro y se montó encima. Ahí empezó toda una secuencia que me hizo entender por qué Marian es considerada una escort tan interesante. No hace falta que le pidas nada, a lo sumo si querés algún cambio de posición, ella se encarga de todo. Corre los límites de lo que tenés pensado hacer. Me cabalgó de forma sensual, de forma intensa, de forma pausada. Siempre estimulándose el clítoris, dándote a entender que ella no iba a ser ajena al goce. Después de coger un largo rato terminamos en cuatro en un banquito chico que tiene a los pies de la cama. Mientras yo bombeaba Marian con una mano se tocaba y con la otra buscaba algo en la cama. Era el gel. Sin que yo diga nada se lubricó el ano, me agarró la pija que estaba dentro de su concha y se la metió en el culo. Cuando estuvo bien adentro me pidió que siga dándole fuerte. Ella se meneaba, acompañaba el movimiento y se seguía estimulando. Por último, terminamos cogiendo parados en mitad del departamento hasta que ya agotado le pedí de acabar. Se arrodilló, me sacó el forro y con la lengua afuera me pidió la leche. Me ayudé con la mano y le dejé el producto de mí excitación en la boca. Escuché un "Que rico" acompañado de una sonrisa cómplice y con un guiño de ojos se fue a duchar, dejándome rendido pero con una expresión de felicidad en el rostro.

Nos quedamos charlando un rato en la cama. Me encantó. Es muy simpática. Cuando estuvimos recuperados empezamos nuevamente a besarnos. Lo que siguió fue una secuencia parecida a la anterior. Terminamos besándonos en un lindo misionero y esta vez le eyaculé en el cuerpo. Ahora sí, juro que quedé sin energía. Me di una ducha charlamos un rato más mientras me cambiaba. Sinceramente destaco la profesionalidad de Marian. Es amable, puntual para el turno, te recibe de forma impecable, en ningún momento te apura.

Si algo podemos extraer del romanticismo del siglo XIX es que lo ideal, lo incorpóreo, lo intangible, es perfecto justamente porque no existe. Cualquier experiencia real tendrá sus matices, sus luces y sombras pero dejará una huella fáctica en la memoria. Conocer a Marian me dio la certeza que la realidad merece ser experimentada. Marian es bonita, simpática y coge con ganas. No sé Uds. pero para mí es más que suficiente.

La rima XI termina con el poeta eligiendo a la mujer soñada, que encarna el ideal romántico:

Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú!

No me gusta contradecir a uno de los grandes escritores de habla hispana pero después de salir del departamento de Marian no estaría mal decirle:

"Ayyy.....Gustavo Adolfo, que mina te perdiste pedazo de boludo".

Link a la publicacion en BairesGirls

Escorts Capital Federal (CABA) - Escorts Microcentro - bairesgirls