Malena, una experiencia deliciosa con una mina deliciosa – Fotos

Me gustaron las fotos de la página. Esos pezones grandotes y oscuros sobre la piel blanca. Ese culo natural. Ese lunar estilo Marilyn Monroe. Pero son fotos profesionales. Por eso le saque fotos reales. Personalmente es igual pero sonriente y encantadora. Vamos a la XP. Reserve el día anterior. Llegue al edificio de Cerrito y Posadas. Aviso, me abre desde arriba, ningún portero a la vista. Llego al departamento, se escuchan los taquitos prometedores y me abre ella. Con la sonrisa y la ropa de las fotos que pongo a disposición de los colegas. Me compro ni bien la vi. Es reservada pero tiene la dulzura de un pote de dulce de leche para comérselo a cucharadas. El lugar, el de las fotos. Estaba recién bañado asi que decliné la oferta de pasar al baño. Entregué el gift sin que lo pida. El consabido “ponete cómodo” y salió. Volvió antes que pudiera terminar de desnudarme. Y viéndome prácticamente en bolas se desnudó totalmente ella también. El cuerpito me encanto. Delgada. Tetas naturales, pezones listos para ser chupados, cosa que hice a cada ratito. Culito armónico, ni muy duro ni para nada caído. Caricias onda novios por ambas partes, besos cada vez mas profundos. La acosté en el colchón que había en el suelo y seguimos con las caricias. Cada tanto me rozaba la verga que estaba totalmente al palo. Me fui deslizando y acariciándola con la lengua, el cuello, el pecho, las tetas, el ombligo, el vientre, hasta llegar a la conchita. Depilada, sin olores, con dos lengüitas para chuparlas hasta el cansancio, y un clítoris paradito que asomaba como un chupetito. Le chupe la concha mucho rato, alternado entre su soldadito y el agujero vaginal que se abria y cerraba mientras ella movia el vientre y gemía. Parecia que gozaba. Si era fingido el teatro se está perdiendo una excelente actriz. Yo lo goce a lo loco. Esa concha dilatada y abierta no era para desperdiciar. Forrito y a darle un misionero hasta el final. Podía haber terminado acá, pero quedaban unos minutos. Le pedi un pete. El peteo fue bueno, muy recomendable. Muy salivoso. Mucha dedicación para el tronco, visita los gemelos, en fin , todo para satisfacer. Ventaja de estar con una masajista, sabe como acariciar. Como no me gusta arriesgarme a que me apuren di por terminado y comencé a vestirme. Le pedi unas fotos que accedió con esa sonrisa que me enamoró. ¿Los masajes? ni idea. ¿Volver? La semana próxima sin falta.

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